LA SOCICIEDAD ECUATORIANA DE CARDIOLOGÍA REVELÓ DATOS ALARMANTES SOBRE LOS DESAFÍOS DE LA CARDIOLOGÍA EN EL ECUADOR

La Sociedad Ecuatoriana de Cardiología desarrolló desde el 21 al 24 de Octubre en Quito el XXI congreso de alta especialidad médica denominado “Los desafíos de las enfermedades Cardiacas en el Ecuador”, el propósito fue brindar al cuerpo médico de cardiología conocimientos actuales para la prevención y tratamiento de las enfermedades del corazón.

En este prestigioso encuentro participó El Dr. Valentín Fuster, cardiólogo español, uno de los más representativos especialistas de toda Europa quién reveló cifras alarmantes sobre las enfermedades cardiovasculares, que ido han aumentado en los últimos dos años.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares (ECV)  son la principal causa de muerte en todo el mundo. Cada año mueren más personas por ECV que por cualquier otra causa.

Se calcula que en 2012 murieron por esta causa 17,5 millones de personas, lo cual representa un 31% de todas las muertes registradas en el mundo. De estas muertes, 7,4 millones se debieron a la cardiopatía coronaria, y 6,7 millones, a los accidentes cerebro vasculares.

Uno de las principales causas que desencadenan problemas cardíacos ha sido los malos hábitos desarrollado por el uso inadecuado de la tecnología. Para el Dr. Fuster  "El mundo va a una velocidad increíble y las personas se comunican entre personas cada vez menos".

Fuster reconoce que todo el mundo sufre hoy día estrés, en mayor o menor grado. Así se ha referido, por ejemplo, a la enfermedad del e-mail: "Muchas personas, como yo, recibimos 150 correos diarios que esperan respuesta. Esto, inevitablemente, genera ansiedad". Además, cada vez encontramos menos tiempo para hacer ejercicio y nos alimentamos peor, lo que contribuye a que las enfermedades cardiovasculares no dejen de aumentar.

Esta ha sido considerada una capacitación esencial para que los cardiólogos ecuatorianos puedan transmitir nuevos y mejores tratamientos a sus pacientes, motivando a prevenir la enfermedades cardíacas a través de una vida sana y plena en la que el ser humano se sienta satisfecho y completo al final del día.

La mayoría de las ECV pueden prevenirse actuando sobre factores de riesgo en el comportamiento, como el consumo de tabaco, las dietas malsanas y la obesidad, la inactividad física o el consumo nocivo de alcohol, utilizando estrategias que abarquen a toda la población.