¿Cómo evitar el desgaste prematuro e irregular de las llantas?

 


Para quienes conducen algún tipo de automotor, sea este de uso empresarial o personal, el mantenimiento oportuno y el correcto uso de estrategias preventivas, es clave al momento de optimizar recursos y evitar mayores gastos. En el caso de las llantas, la prevención es el mejor camino cuando se trata de lograr el mejor rendimiento posible. El desgaste prematuro e irregular de los neumáticos, no solo influye en el índice de accidentes de tránsito, sino que también impacta en el bolsillo de los usuarios, ya que puede ocasionar un mayor consumo de gasolina e incluso daños en la transmisión y/u otros sistemas mecánicos.

 

“Un neumático desgastado, al no encontrarse en condiciones óptimas de operación, requiere mayor esfuerzo del normal para rodar. Este esfuerzo adicional se traduce en un requerimiento extra de combustible y en graves problemas mecánicos en la transmisión, ya que se reparte la tracción de forma variable y se produce un desgaste desigual”, asegura Aura Zúñiga, Gerente General de AutoMundial Ecuador S.A. De la misma forma, esas condiciones pueden ocasionar desperfectos en otras partes y sistemas mecánicos, incurriendo en gastos imprevistos para el dueño del vehículo.

 

Para contribuir a un mejor entendimiento de esta problemática, la representante de AutoMundial Ecuador detalla a continuación una guía básica con indicadores que alertan de un posible desgaste de llantas, así como recomendaciones para evitar los problemas que ello puede desencadenar:

 

Sobre los indicadores de desgaste

 

      Hay indicadores que evidencian la necesidad de hacer un cambio de neumáticos. Uno de ellos tiene que ver con el diseño de la llanta, particularmente cuando se encuentra liso y al límite de la marca de desgaste, que suele estar identificada con un triángulo, en la parte inferior de la ranura de la banda de rodamiento.

 

      También puede revisarse la profundidad de las hendiduras con un profundímetro, verificando que no sea menor a 1.6 mm, para asegurar que el neumático no pierda la capacidad de adherencia al terreno. Para esta medición, pueden tomarse como referencia de indicador de desgaste las letras TWI (Tread Wear Indicator), que se encuentran en el costado de la llanta.

 

      Cuando el neumático ha perdido su labrado por desgaste, puede presentar derrape o deslizamientos al momento de frenado en terrenos asfaltados, ya que pierde también su capacidad de desalojar el agua y, consecuentemente, la tracción. De la misma forma, en terreno lastrado, el automotor puede patinar, careciendo también de la tracción necesaria para desempeñarse en esas condiciones.

 

Sobre recomendaciones para evitar las consecuencias del desgaste

 

Evidenciando el gran impacto que el desgaste prematuro tiene en el correcto funcionamiento de los vehículos, y con la finalidad de reducir los costos para los dueños de automotores, ya sean propietarios independientes o grandes corporaciones, la Gerente de AutoMundial Ecuador presenta 5 estrategias preventivas, de control y mantenimiento que permitirán disminuir significativamente el desgaste de las llantas y por consiguiente, evitar las consecuencias de ello:

 

1.     Revisar que la presión sea adecuada: Un neumático necesita contar con la presión adecuada para lograr un óptimo funcionamiento y un desgaste uniforme, para así poder garantizar su máxima vida útil. “Si se aplica mayor presión de aire sobre el neumático, se va a ocasionar un desgaste irregular en el centro de la llanta; y si la presión es menor a la requerida o existe una sobrecarga en el neumático, se desgastará de manera pronunciada la zona de los ‘hombros’ de la llanta”, señala Zúñiga.

 

2.     Realizar mantenimientos preventivos: Para alargar la vida útil de los neumáticos, es imprescindible que continuamente se realicen revisiones en la rotación y alineación de los mismos. Los controles no realizados a tiempo, desencadenan un desgaste irregular.

 

3.     Seleccionar el neumático ideal: Es importante que se elija el neumático adecuado según el vehículo, el terreno y la operación que se esté realizando. Todos estos factores influyen en un posible desgaste irregular y prematuro de los neumáticos, ya que, si bien están diseñados con refuerzos de polímeros que los hacen capaces de soportar las operaciones para las que fueron creados, hay que recordar que el caucho es un material orgánico, derivado de los árboles y naturalmente biodegradable.

 

4.     Cambiar a tiempo las llantas desgastadas: La combinación del oxígeno y el ozono resultan en la natural oxidación del caucho, lo que a su vez compromete la fuerza y flexibilidad del material. “La oxidación, combinada con el calor, ocasiona que los polímeros del caucho se endurezcan y se agrieten. Así mismo, después de varios años, el agua puede llegar a permear en la llanta, llegando hasta las áreas metálicas donde se generan daños y se disminuye la resistencia al calor en el caucho de rodamiento. Por estos motivos, es recomendable revisar constantemente la fecha de fabricación de los neumáticos, para de esa manera poder realizar el cambio de los mismos de manera oportuna y preventiva”, comenta la representante de AutoMundial.

 

5.     Aprovechar la tecnología y Big Data: Los modelos inteligentes de seguimiento y control pueden identificar parámetros o factores frecuentes, que si son trabajados de manera oportuna, lograrán impactar positivamente en la economía de las empresas, disminuyendo los gastos correctivos. Zúñiga explica que “Para este segmento, Automundial Ecuador cuenta con un software, ATW (Automundial Tire Web), que realiza, a través de big data, mediciones oportunas de las condiciones de los neumáticos, para así generar recomendaciones de mantenimiento preventivo o correctivo y alertas para cambio o reencauche de los neumáticos”. Con estas herramientas de seguimiento y administración, se disminuyen los costos de operación y se asegura el correcto funcionamiento de cada recurso.

 

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