HIPERTENSIÓN: EL ASESINO SILENCIOSO DE LA HUMANIDAD

 


Según la Organización Mundial de la Salud uno de cada cinco ecuatorianos entre 18 y 69 años sufre de hipertensión arterial. De este total, aproximadamente el 45% desconoce que padece esta enfermedad. Es por ello que la hipertensión es considerada como un “asesino silencioso de la humanidad”, pues no suele presentar síntomas notorios hasta que se encuentra en un estado avanzado.

 

Según el Dr. Gregory Celis, Director Médico de Laboratorios Bagó, esta enfermedad “Se origina por la pérdida de elasticidad de las arterias, lo cual hace que se acumule grasa en sus paredes laterales. Esto está estrechamente vinculado a otras enfermedades como la obesidad, alteraciones de la arteria renal e incluso alteraciones hormonales“. Agrega que es importante generar conciencia acerca de la importancia de su prevención y diagnóstico certero, por lo cual, en el marco del Día Mundial de la Hipertensión, que se conmemora cada 17 de mayo, el especialista detalla a continuación algunos de los aspectos más relevantes de esta afección:

 

Sobre la hipertensión:

      Esta es una enfermedad silenciosa que generalmente empieza en la infancia, como consecuencia de llevar estilos de vida poco saludables. “A pesar de ello, suele detectarse recién en la adultez, cuando es muy difícil de combatir”, remarca el Dr. Celis.

      La hipertensión es una enfermedad que produce daños colaterales en el organismo, generando complicaciones o daños en órganos como el cerebro, corazón, pulmón, riñón, la retina, y los vasos sanguíneos.

 

Sobre los factores de riesgo

      “El principal factor de riesgo es la mala alimentación y la vida sedentaria”, señala el experto de Laboratorios Bagó. Enfatiza que, actualmente, existen pacientes de 25 años que sufren hipertensión, lo que demuestra que cada vez más personas jóvenes se enferman por sus malos hábitos y poca consciencia alimentaria. De hecho, según la OMS, el 30% de la población adulta mundial padece hipertensión.

      Otro factor es el síndrome metabólico, que incluye síntomas como presión arterial elevada, azúcar en la sangre elevada, exceso de grasa corporal en la cintura y niveles anormales de colesterol. “Este síndrome usualmente se acompaña de la obesidad”, indica.

      La Diabetes, genera una serie de alteraciones metabólicas que conllevan en muchos de los casos daños vasculares y más adelante hipertensión.

      La hipertrigliceridemia, cuando existe exceso de triglicéridos en la sangre, estas grasas se acumulan en las arterias, haciéndolas  rígidas y dando como resultado la  hipertensión.

      La hipercolesterolemia, que se refiere al exceso de colesterol, y que está asociado a problemas cardiovasculares.

 

Sobre su diagnóstico oportuno

La hipertensión presenta algunos síntomas, que, aunque pueden no ser muy claros al principio, deben ser seriamente considerados, y en caso de presentarlos, es muy importante una valoración médica. Algunos de los más frecuentes son:

      Medición alta de presión arterial, sobre los valores normales (120/80)

      Dolores de cabeza repentinos

      Sensación de incremento innecesario de la frecuencia cardíaca

      Sensación de cansancio excesivo

      Desmayos

 

 

Sobre sus complicaciones

      “La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares, especialmente la enfermedad coronaria. Esta condición provoca la lesión de las arterias coronarias, que son las encargadas de nutrir al corazón” comenta el representante de Laboratorios Bagó.

      Otra complicación que podría presentarse producto de esta enfermedad son los accidentes cerebrovasculares, que sucede cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene.

      “Ambas situaciones tienen como resultado la muerte del paciente “advierte el Dr. Celis, quien agrega que la hipertensión puede también ser desencadenante de enfermedades renales crónicas, insuficiencia cardiaca y hasta demencia.

 

Sobre su prevención

La hipertensión arterial puede prevenirse principalmente con un estilo de vida saludable, alimentación adecuada y ejercicio físico. Por ello, el especialista brinda las siguientes recomendaciones:

     Realizar actividad física diaria, al menos de 30 minutos.

     Mantener una dieta balanceada, incorporando frutas, verduras y legumbres.

     Evitar el consumo de grasas saturadas, exceso de sal o azúcar.

      Tomar agua constantemente.

      Evitar las bebidas alcohólicas y el cigarrillo.

      Acudir al médico para chequeos preventivos, al menos 1 vez al año.

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