Transporte público: ojo con estos aspectos de las llantas

 


Ya sean buses o taxis, debido a su naturaleza de operación, corren mayor riesgo de presentar problemas con los neumáticos. Un estallamiento ocasionado por calor excesivo (generado por frenos mal graduados), deterioro prematuro por no cumplir con las características básicas requeridas, entre otros incidentes pueden provocar no solo accidentes de tránsito, sino perjudicar los ingresos de los conductores del transporte público, cuyo servicio además presenta una elevada demanda. Por ejemplo, solo en Quito, se estima que el transporte público cubría 2,8 millones de viajes diarios (antes de la pandemia), cifras que están regresando con la normalización de las actividades económicas. Esto debido a que, solo el 23% de los quiteños se desplaza en transporte privado.

 

“El servicio de transporte público, al ser de alta demanda, exige la atención tanto de factores relacionados a la operación técnica de las unidades y su rendimiento, a fin de garantizar una fuente de trabajo rentable, como de índole normativo para poder operar. La combinación de estos aspectos, sumado a una conducción responsable, son claves para la operación de este segmento. Dentro del eje de rendimiento y seguridad vial, los neumáticos cumplen un rol clave en la movilidad, ya que son la base que permite el desplazamiento de los vehículos y cumplen la función de generar el contacto con el pavimento y transferir la potencia del motor para los movimientos de tracción y frenado, la dirigibilidad de la unidad, a la vez que se incorpora como parte importante en el mecanismo de amortiguación del vehículo”, explica José García, Gerente Comercial de Hankook Tire.

 

Características que deben cumplir los neumáticos de uso en transporte público:

 

      Alta capacidad de disipación de calor: Este tipo de servicio se caracteriza por el efecto “stop and go”, es decir, pare – arranque, por tanto exige de los neumáticos una alta capacidad de disipación de calor. En este tipo de uso, las llantas soportan mayor calor que en carreteras y esta característica es fundamental en este tipo de operación.

      Compuesto especial en la banda de rodamiento: De igual manera, el efecto pare - arranque requiere que la banda de rodamiento sea altamente resistente al desgaste. Esta característica es clave, ya que las vías urbanas generalmente son de concreto, material que es altamente abrasivo, es así que el compuesto es fundamental para lograr alcanzar un buen desempeño.

      Pared lateral reforzada e indicadores de desgaste: Otra característica de las llantas de transporte de pasajeros es la alta exposición al roce lateral, condición crítica  e inevitable. Por ello se debe utilizar neumáticos con una pared lateral reforzada e indicadores de desgaste que avisan en qué momento se deben girar para evitar fatiga o daños por roce.

      Capacidad de soportar altas temperaturas: Por último, de acuerdo con el especialista de Hankook, el calor que soportan los neumáticos de uso urbano en el área del talón, producto del frenado constante, exige de los neumáticos una capacidad de soportar altas temperaturas en esta área y una excelente capacidad de disipación del mismo.

 

Recomendaciones para mejorar el rendimiento del neumático:

 

      Los neumáticos deben ser revisados diariamente y en cada cambio de turno de los operadores. Este proceso visual ayuda a detectar daños, penetraciones en la banda de rodamiento o atrapamiento de objetos extraños en medio del dual. Además, debe incluir la verificación de la presión de inflado (con los neumáticos fríos) y, al menos una vez por semana, se  debe calibrar los neumáticos a la presión recomendada por el fabricante.

      Para obtener mayor rendimiento, es recomendable utilizar dispositivos que ayudan a extender la vida útil de los neumáticos como sensores de presión de inflado en las llantas. No obstante, uno de los factores que más incide en el rendimiento de los neumáticos es el control de la presión, seguido del control de la temperatura y es ahí donde la cintas térmicas juegan un papel importante en la conservación y la duración de los neumáticos. Algunas marcas Premium adaptan dispositivos que miden estos aspectos que, sumados a unos buenos planes de mantenimiento, prolongan la vida útil de las llantas.

      El compuesto de la banda de rodamiento es otro de los aspectos tecnológicos determinantes en el rendimiento de las llantas, ya que de ello depende la duración.

 

Mantenimiento recomendado:

 

El especialista de Hankook recomienda las siguientes acciones de mantenimiento regulares:

 

      Calibración de presión de inflado:    Esta actividad debe realizarse al menos una vez por semana, con las llantas en frío; la presión debe ser la recomendada por el fabricante, tanto para las posiciones de dirección como de tracción.

      Rotación: Es importante establecer en las cartas de mantenimiento la frecuencia y el esquema a aplicar, no existe una regla fija, todo dependerá de la experticia del supervisor de llantas para determinar cuál movimiento es el más indicado dependiendo del tipo de desgaste que presente el neumático. De otra parte, independiente del desgaste, las llantas se deben rotar como un ejercicio necesario para las llantas internas que son las que soportan la mayor temperatura, es necesario cambiarlas de posición para evitar la cristalización de la pestaña o talón y perder la carcasa para reencauche. Es recomendable hacer la primera rotación entre los 10 y 15 mil kilómetros y luego cada 15 mil.

      Alineación: Este es otro factor importante en la duración de las llantas, los neumáticos están diseñados para rodar no para el arrastre, un impacto o el choque contra un obstáculo puede desajustar la configuración o reglas de alineación, de ahí la importancia de revisar el estado general de las mismas. Así mismo, el mantenimiento de partes del vehículo como  bujes, rodamientos, cauchos, terminales, etc. son fundamentales para el correcto funcionamiento en la geometría vehicular.

      Balanceo: Esta operación se hace para vehículos familiares pero rara vez en buses y menos en los de servicio urbano de pasajeros, pero en buses tipo articulado de transporte masivo, esta operación es fundamental ya que el no hacerla a tiempo genera desgaste irregulares que son difíciles de corregir, principalmente en el eje de dirección.

      Mantenimiento de aros (rines): Los compresores con los que se inflan los neumáticos no sólo inyectan aire a los neumáticos, también arrastran agua y en ocasiones aceite que proviene del sistema neumático, es importante revisar el estado de las trampas de condensado y reemplazar los filtros cuando lo amerita, esto disminuye el arrastre de condensados. El agua que arrastra el sistema neumático llega a los aros y los oxida, generando escamas por deterioro del metal que puede causar cortes en el talón al momento de montar o desmontar las llantas, dando como resultado el daño y oxidación del núcleo del talón y la pérdida posterior del neumático.

      Montaje de neumáticos: El uso adecuado de grasa de origen vegetal y el correcto uso de herramientas para el montaje, acompañado de un buen procedimiento de montaje y desmontaje, son claves para la vida del neumático en cada una de sus vidas.

Comentarios

Entradas populares