ALIMENTOS PARA MEJORAR LA MICROBIOTA INTESTINAL
La microbiota intestinal constituye un
ecosistema de microorganismos que deben estar en simbiosis con nuestro
organismo de esa manera podemos evitar enfermedades como el sobrepeso, obesidad,
diabetes, entre otras.
La relación que mantenemos con nuestra
microbiota habitualmente es mutualista ya que los microorganismos nos otorgan
un sinnúmero de beneficios para nuestra salud: desarrollo de un sistema inmune
fuerte, mejora del tránsito intestinal, disminución de los niveles alterados de
colesterol y triglicéridos, provisión de vitaminas y otros nutrientes
esenciales. En definitiva las funciones que ejerce nuestra microbiota
intestinal son fundamentales de por vida.
Para Karina, Pazmiño, directora de la
Escuela de Nutrición de la UIDE, la dieta es un elemento clave para la relación
simbiótica entre los microorganismos y el humano. Cada individuo posee una
microbiota intestinal particular que depende de varios factores: genética,
exposición temprana a microorganismos, horas de sueño, estrés, tipo de parto, modalidad
de lactancia y la calidad de la alimentación.
Lo
que comemos impacta en la estructura y composición de las comunidades
microbianas; por lo tanto, el incremento en la
ingesta alimentaria con proteínas y grasa animal junto con la ausencia del
consumo de fibra dietética aumenta la abundancia de microorganismos tolerantes
de las sales biliares (Alistipes, Bilophila y Bacteroides) y disminuye los
niveles de especies que metabolizan los carbohidratos complejos de los
vegetales (Roseburia, Eubacterium rectale y Ruminococcus bromii). La fibra es
el principal sustrato de los microorganismos beneficios para nuestro tracto
intestinal se encuentra en: el ajo, cebolla, papas enteras con cáscara,
cereales integrales, granos enteros, frutas y verduras con cáscara.
Por el contrario, el consumo
abundante de fibra dietética, frutas, verduras y alimentos fermentados se
asocia con incrementos importantes de las especies fermentativas.
Investigaciones demuestran que
una mayor proporción de Prevotella en la microbiota intestinal del humano
adulto es un marcador de regímenes dietéticos propios de áreas rurales y
cultura agraria, donde los patrones alimentarios altos en fibras, la utilización
de tecnologías culinarias bajas en grasa prevalecen; mientras que una mayor proporción de
Bacteroides se asocia con residencia en regiones industrializadas y hábitos
dietéticos propios de la vida urbana; donde ingresa el alto consumo de comida
rápida, chatarra, alimentos procesados y untra-procesados altos en grasa, sal,
azúcar, aditivos, conservantes que afactan a nuestra microbiota intestinal
creando una disbiosis entre los microorganismo que habitan en nuestro cuerpo y
el hospedador.
La fibra dietética tiene efectos
antioxidantes protectores sobre el intestino y es precursor de compuestos como
el ácido butírico, mientras que el exceso de proteínas puede generar
metabolitos asociados al cáncer; en especial la proteína procesada como los
embutidos, que poseen una relación directa con el cáncer de colon. El ayuno
prolongado o cambios en las rutinas de nuestras comidas (horarios, viajes
transoceánicos, etc.) también afectan a nuestra microbiota y, consecuentemente,
a nuestra salud.
La dieta puede alterar el
metabolismo funcional del microbioma intestinal. Muchos ingredientes de los
alimentos no son absorbidos por el organismo, sino que son sustratos para la
actividad metabólica de la microbiota intestinal, que luego puede producir
otras moléculas útiles para el hospedador. Por ejemplo, los hidratos de carbono
no digeribles en la dieta son fermentados por la microbiota intestinal para
producir ácidos grasos de cadena corta como butirato, con un buen número de
funciones beneficiosas para el individuo.
La experta recomienda mejorar la
microbiota intestinal desde la adecuación de los hábitos alimenticios. Sugiere
agregar productos fermentados como el kéfir, chucrut, pan de masa madre,
vinagre de manzana; podría ser fundamental para prevenir enfermedades al
igual que el consumo de probióticos y prebióticos ayudarían a prevenir
enfermedades como el síndrome metabólico, cáncer de colon, cáncer de mama,
enfermedades crónicas no transmisibles. Cuanta mayor variedad de alimentos
altos en fibra consumamos será mejor para la salud de nuestra microbiota
intestinal, incluir siempre leguminosas, frutos secos, frutas y verduras al
natural de temporada, aceitunas, chocolate negro y preferir alimentos
elaborados en casa.
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