El impulso del Cashless como herramienta de integración y transparencia financiera
David
Iacobucci, Director Comercial de Lumen en Chile, compartió algunas reflexiones
en torno al uso del Cashless como una herramienta de integración y
transparencia financiera frente a las transformaciones que el mundo ha
experimentado con mayor fuerza desde 2020, cuando la pandemia aceleró la
adopción de métodos de pago digitales.
En este
contexto, muchas empresas decidieron apresurar una tendencia mundial y
reconocieron la importancia de cambiar los pagos de sus propios clientes en
línea, para garantizar la continuidad del negocio, especialmente durante las
cuarentenas de la pandemia cuando las transacciones cara a cara y en papel han
sido muy limitadas.
El Cashless o
el pago electrónico aparece como una ayuda real en tiempos de pandemia.
Según PROSA [i],
uno de los procesadores de transacciones electrónicas más relevantes de América
Latina, a lo largo del 2020 se incrementó el pago mediante vía electrónica y
destaca a tres países a nivel global: Suecia, Noruega y Canadá. Dichos países,
ya están cerca de convertirse en sociedades basadas en dinero digital, dado que
ante el declive del dinero en efectivo se ha denominado el “fenómeno del
Cashless”.
A esto hay
que sumar el hecho que diversas empresas y hasta algunos estados han incluido
las criptomonedas como un mecanismo de pago válido para transacciones
monetarias.
Según el X
Informe de Tendencias de Medios de Pago [ii],
presentado por Minsait Payments, más del 50% de la población adulta
bancarizada internauta en la región, ha reducido o abandonado el pago con
dinero en efectivo, destacando en la región a México donde
el cashless se eleva al 56.9%.
Por otro
lado, el mismo estudio también refleja cómo el avance del Covid-19 ha reforzado
el comercio online, que se ha consolidado en todos los países analizados. Una
realidad que también se ve, en que el 49.4% de los entrevistados en
Latinoamérica, aseguró haber realizado compras por Internet con mayor
frecuencia durante el 2020. Adicionalmente hay que tomar en cuenta a aquellas
compras menores, de artículos cotidianos que pasaron a cancelarse por medios
electrónicos. Por ejemplo, hasta compras de artículos de primera necesidad como
frutas y verduras se pagan hoy con medios electrónicos ya que, hasta pequeñas
empresas, algunas unipersonales, han incluido esta modalidad.
Sin duda
alguna, la pandemia del covid-19 ha acelerado la adopción de tendencias y
tecnologías que definitivamente cambiarán el mundo y sedimentarán el camino a
una nueva ola de innovaciones.
Un mundo sin
papel moneda o efectivo, puede haber sonado a ciencia ficción algunos años
atrás, sin embargo, la adopción masiva del comercio electrónico, la
flexibilidad de la banca tradicional, y la migración de nuestra vida cotidiana
al mundo digital gracias a las órdenes de cuarentena, ha dejado claro, que un
mundo sin efectivo es algo posible.
Mientras en
Europa la media se sitúa en el 80 %, según datos del Banco Central Europeo, en
países como Perú el porcentaje llega al 99%: si este país aumentara sus pagos
electrónicos en un 30 % en los próximos cuatro años, su PIB se incrementaría un
2,4 % gracias a la reducción en la evasión tributaria, según un informe de
MasterCard [iii].
El Cashless se proyecta como una real solución para algunos de los
problemas financieros en la región.
En la misma
línea, Iacobucci afirma que para llegar a un ecosistema completamente Cashless se
va a requerir no solamente de tecnología, sino también la de participación de
las autoridades de cada nación.
La pandemia
aceleró aún más la tendencia hacia la banca en línea. No solo el comercio
electrónico y los pagos sin contacto se convirtieron en un hecho necesario para
los consumidores. Así lo destaca Cell Point Digital en su informe
2020 [iv], dando
cuenta de que el 55% de los consumidores de América Latina ahora tiene una
cuenta bancaria.
El
Latinoamérica, el alto nivel de acceso al sistema de banca digital, abre sin
duda una serie de oportunidades para empresas de tecnologías o Fintech para
desarrollar nuevas estrategias de pagos digitales.
Para el
ejecutivo de Lumen,
son tres las características que podrían generar el mayor impacto: la creación
de ecosistemas de pagos electrónicos a través de teléfonos móviles, la
implantación de monederos electrónicos con amplia base de aceptación y la
creación de identidades digitales seguras.
Gracias a
estas tres estrategias y otras; la región podría estar a punto de dar el salto
definitivo para dejar de estar anclada al dinero físico, a las interminables
esperas en los cajeros, a la evasión fiscal y, por supuesto, a la exclusión de
una parte importante de la ciudadanía.
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