América Latina piensa en la Nube
Según datos de
la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL
por su sigla en español), los servicios públicos en la nube alcanzarán un total
de US$200 mil millones en 2016, siendo Brasil el país de la región con mayores
ingresos por servicios en nube. Según estimaciones dicha rentabilidad aumentaría
significativamente entre 2012 y 2016, particularmente en México y en Argentina.
Adicionalmente, Colombia y Chile figuran entre los países de rápida evolución
hacia los servicios en nube, según lo informado por la CEPAL.
En un estudio
de 2016 llevado a cabo por HIMSS Analytics, encomendado por Level 3
Communications, se realizó una encuesta entre el personal de TI con poder de
decisión, en hospitales en todo el territorio de los Estados Unidos, con el fin
de medir el uso de la nube, sus tendencias y los proveedores preferidos entre
las organizaciones prestadoras de servicios de salud. El estudio reveló que los
tres principales motivadores para la adopción de la nube son el ahorro de
costos, las soluciones más sólidas para la recuperación de desastres y la
necesidad de plataformas escalables para responder a los requerimientos
internos.
Estos tres
motivadores son comunes además en otros campos. Actualmente las empresas
latinoamericanas están buscando migrar a la nube, y al momento de hacerlo la
confiabilidad, las redes robustas, y la seguridad figuran entre los factores
clave a considerar. La seguridad es a menudo la principal barrera para migrar a
la nube, según el 64,8 por ciento de las empresas.
Sin una red
sólida y segura y una estrategia que la acompañe, la migración a la nube es
casi imposible. Para migrar a la nube, es necesario garantizar conexiones
seguras de red con un uso seguro de las aplicaciones basadas en la nube, y
capacidad para el almacenamiento de datos en la nube. Luego de elegir la
arquitectura correcta de la nube (pública, privada o híbrida) y al proveedor,
se necesita también la conexión adecuada.
Si bien la “nube
pública” es el modelo de computación en nube con mayor presencia en América
Latina, resulta fundamental contar con una red privada, pues minimiza la
exposición ante amenazas externas. Las nubes públicas pueden ser gratuitas o
basarse en el modelo de pago por consumo/uso, aunque conllevan varios riesgos,
incluidos el entorno de múltiples arrendatarios donde el servidor host aloja máquinas
virtuales de otras compañías, junto con costos ocultos y la incapacidad del
usuario para controlar la redundancia y cuestiones con atacantes maliciosos,
entre otras preocupaciones.
Al migrar a la
nube es necesario que las empresas tengan en cuenta lo siguiente:
·
Almacene sus datos, pero conserve backups del
contenido críticamente sensible de los mismos;
·
Procure proveedores de nube con buena reputación y
antecedentes comprobados;
·
Sepa quiénes tendrán acceso a sus datos, y
·
Designe un punto de contacto o administrador para que
monitoree el uso y controle el acceso.
Los beneficios
de migrar a la nube son ilimitados, y solo por mencionar algunos se encuentran
el ahorro de costos, la mayor eficiencia, la escalabilidad y el control del
usuario. Para operar en el ambiente más seguro posible, conozca más y elija a
sus proveedores de servicios de nube y conectividad a conciencia.
Según datos de
la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL
por su sigla en español), los servicios públicos en la nube alcanzarán un total
de US$200 mil millones en 2016, siendo Brasil el país de la región con mayores
ingresos por servicios en nube. Según estimaciones dicha rentabilidad aumentaría
significativamente entre 2012 y 2016, particularmente en México y en Argentina.
Adicionalmente, Colombia y Chile figuran entre los países de rápida evolución
hacia los servicios en nube, según lo informado por la CEPAL.
En un estudio
de 2016 llevado a cabo por HIMSS Analytics, encomendado por Level 3
Communications, se realizó una encuesta entre el personal de TI con poder de
decisión, en hospitales en todo el territorio de los Estados Unidos, con el fin
de medir el uso de la nube, sus tendencias y los proveedores preferidos entre
las organizaciones prestadoras de servicios de salud. El estudio reveló que los
tres principales motivadores para la adopción de la nube son el ahorro de
costos, las soluciones más sólidas para la recuperación de desastres y la
necesidad de plataformas escalables para responder a los requerimientos
internos.
Estos tres
motivadores son comunes además en otros campos. Actualmente las empresas
latinoamericanas están buscando migrar a la nube, y al momento de hacerlo la
confiabilidad, las redes robustas, y la seguridad figuran entre los factores
clave a considerar. La seguridad es a menudo la principal barrera para migrar a
la nube, según el 64,8 por ciento de las empresas.
Sin una red
sólida y segura y una estrategia que la acompañe, la migración a la nube es
casi imposible. Para migrar a la nube, es necesario garantizar conexiones
seguras de red con un uso seguro de las aplicaciones basadas en la nube, y
capacidad para el almacenamiento de datos en la nube. Luego de elegir la
arquitectura correcta de la nube (pública, privada o híbrida) y al proveedor,
se necesita también la conexión adecuada.
Si bien la “nube
pública” es el modelo de computación en nube con mayor presencia en América
Latina, resulta fundamental contar con una red privada, pues minimiza la
exposición ante amenazas externas. Las nubes públicas pueden ser gratuitas o
basarse en el modelo de pago por consumo/uso, aunque conllevan varios riesgos,
incluidos el entorno de múltiples arrendatarios donde el servidor host aloja máquinas
virtuales de otras compañías, junto con costos ocultos y la incapacidad del
usuario para controlar la redundancia y cuestiones con atacantes maliciosos,
entre otras preocupaciones.
Al migrar a la
nube es necesario que las empresas tengan en cuenta lo siguiente:
·
Almacene sus datos, pero conserve backups del
contenido críticamente sensible de los mismos;
·
Procure proveedores de nube con buena reputación y
antecedentes comprobados;
·
Sepa quiénes tendrán acceso a sus datos, y
·
Designe un punto de contacto o administrador para que
monitoree el uso y controle el acceso.
Los beneficios
de migrar a la nube son ilimitados, y solo por mencionar algunos se encuentran
el ahorro de costos, la mayor eficiencia, la escalabilidad y el control del
usuario. Para operar en el ambiente más seguro posible, conozca más y elija a
sus proveedores de servicios de nube y conectividad a conciencia.
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