EL 9.3% DE ECUATORIANOS PODRÍAN SUFRIR DE UNA MUERTE SILENCIOSA
A nivel mundial cerca de 1.130 millones de personas padecen de Hipertensión Arterial según la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta septiembre del 2019. En Ecuador es la quinta causa de muerte de los ciudadanos, siendo uno de los problemas de salud pública más significativos para el país por ser una de las causas principales de mortalidad prematura.
La Hipertensión Arterial (HTA) es la principal causa de ataques cardíacos, fallas al corazón, derrames cerebrales y otras enfermedades crónicas, sin embargo, solo una de cada dos personas hipertensas desconoce su condición. Es por ello que cada 17 de mayo se conmemora el día Mundial de la Hipertensión Arterial para concientizar en los ciudadanos la prevención, el diagnóstico y el control de esta patología.
La Hipertensión Arterial también es conocida como el asesino silencioso porque a menudo no presenta signos, no duele, no se nota y no parece grave por lo que es muy engañosa para cumplir con su rol: la muerte. No obstante, cuando una persona tiene síntomas es porque ya la enfermedad lleva mucho tiempo instaurada causando dolor de cabeza, dificultad respiratoria, vértigos, dolor torácico, palpitaciones del corazón y hemorragias nasales, pero no siempre tener estos síntomas significa que se tiene hipertensión arterial, es ahí la importancia de una valoración preventiva por un especialista.
Esta ocurre cuando los vasos sanguíneos tienen una continua tensión alta al llevar la sangre desde el corazón a todo el cuerpo, mientras más fuerza ejerce contra la pared arterial la sangre que circula por las arterias, más esfuerzo hace el corazón para bombear sufriendo cambios que le van a generar desgaste e insuficiencia para hacer sus funciones.
Se considera que una persona es hipertensa cuando se tiene una presión arterial por encima de 140/90mmHg, sin embargo, por encima de 130/80 mmHg se la determina como “normal alta” por lo que se debe descartar que en otros momentos del día o la semana este más elevada. En ambos escenarios un médico realizará un monitoreo ambulatorio de la presión arterial para confirmar el diagnóstico y determinar a qué horas de los días está más frecuentemente la presión elevada y así guiar a un tratamiento más adecuado.
En el 95% de los casos se desconoce su causa, por lo tanto, se la denomina hipertensión arterial esencial o primaria. También existe la hipertensión secundaria que es muy poco común, usualmente por embarazo, alteraciones de las glándulas paratiroides, exceso de hormona del crecimiento, tumores en las glándulas suprarrenales o pituitaria, reacciones a medicamentos recetados para otros problemas médicos.
Por lo general la prevalencia de pre hipertensión arterial es de 14.2% en la población de 10 a 17 años. En personas de 18 a 59 años, es de 37.2% y en términos generales la HTA en la población de 18 a 59 años es de 9.3%; siendo más frecuente en hombres con el 11.2% que en mujeres con el 7.5%, aunque antes era más habitual en la vida adulta, pues en los últimos años es más frecuente en los jóvenes por la calidad de su estilo de vida y alimentación.
Por lo que se recomienda una alimentación baja en grasas saturadas y sal, su consumo debe ser de 5 a 6 gramos al día, si disminuimos un gramo ya tiene una repercusión importante en la presión. Además, evitar el tabaquismo, el consumo de alcohol, realizar actividad física, incremento de potasio en la dieta.
Es importante hacer conciencia sobre nuestra salud, tomando en cuenta que en el 2017 se reportaron 5.776 personas solo por hipertensión primaria, según el registro estadístico de Egresos Hospitalarios del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), cifra que ha ido en aumento según la Fundación española Vitaris que in dicha que a nivel mundial menos del 50 % de los adultos con hipertensión en más de 100 países recibe tratamiento para reducir la presión arterial como medicamentos antihipertensivos de acuerdo las indicaciones de un especialista médico.
Es evidente que son graves las consecuencias de esta enfermedad y para erradicar una muerte silenciosa podemos hacerlo conquistando corazones a través de exámenes preventivos que permitan una valoración a tiempo para un tratamiento adecuado y eficaz.
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