El 33% de las personas encuestadas ecuatorianas vive o vivió una situación de violencia simbólica en su trabajo
Según los datos
de la encuesta Violencia simbólica en el
mundo laboral, el 33% de las
personas que participaron vive o vivió alguna situación de violencia simbólica
en su trabajo. Al ahondar en el tipo de situaciones que experimentaron, 8
de cada 10 dijeron haber recibido comentarios inapropiados o agraviantes sobre
su apariencia física y/o su cuerpo.
Violencia
simbólica en el mundo laboral es un estudio
del portal de empleos Multitrabajos.com y la organización especializada en
género Grow- género y trabajo en el que participaron 1062 personas. El estudio explora las experiencias de violencia
simbólica en el contexto del trabajo.
¿Qué es la
violencia simbólica? “La que a través de patrones estereotipados, mensajes,
valores, íconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y
discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de
una persona sobre otra, principalmente de las mujeres y de otros grupos
vulnerables en la sociedad”, explica Georgina Sticco, co-fundadora de Grow-
género y trabajo.
El 33% de
los/as ecuatorianos/as que participaron en la encuesta expresaron vivir o haber
vivido situaciones de violencia simbólica en el ámbito laboral, 52 puntos
porcentuales por debajo de la media de la región que se ubica en un 85%.
Si se tiene en
cuenta a las personas que no sólo experimentaron en primera persona la
violencia simbólica sino que también
escucharon situaciones asociadas, como comentarios o bromas inapropiados, el
porcentaje incrementa al 50% en Ecuador.
“Los datos
arrojados por esta encuesta permiten observar que la violencia simbólica tiene
una marcada presencia en el mundo laboral. Y, lo que es aún más llamativo, está
tan naturalizada que la mayoría de las personas encuestadas no es consciente de
estar experimentándola. Es así que el 50%
de las personas encuestadas no consideraba violencia a las situaciones que se
describen en el cuestionario antes de que se las enumerara“, afirma Jeff
Morales, Gerente de Marketing de Multitrabajos.com.
El 20% de
las personas ecuatorianas recibió comentarios inapropiados o agraviantes sobre
su apariencia física y/o cuerpo.
Respecto a las
situaciones experimentadas, se destacan los
comentarios inapropiados o agravantes sobre la apariencia física y/o cuerpo con
un 20%. O sea, 2 de cada 10 ecuatorianos/as recibió este tipo de
comentario. Sí se registran diferencias sustanciales con el resto de la región.
“La apariencia
física es un gran factor al momento de recibir comentarios discriminatorios y
violencia simbólica. Si lo pensamos desde un enfoque de género, es posible que
esto afecte en mayor medida a las mujeres, dado que el imperativo de belleza y
buena apariencia recae principalmente sobre ellas”, sostiene Sticco.
Además, el 40%
de las personas encuestadas ecuatorianas, 4 de cada 10, fue sujeto de bromas o comentarios inadecuados asociados
a tener o no tener pareja o relaciones sexuales.
Otra práctica
que vivenciaron gran parte de las personas participantes, el 60% u 6 de cada
10, fue que se les asignen tareas o roles
que están fuera de las responsabilidades de su puesto laboral en función de su
género. Por ejemplo, servir café, tomar notas, colgar el abrigo de su
jefe/a, decorar espacios, o realizar tareas de fuerza.
“Se observa que
se asignan responsabilidades en función del género de las personas, sosteniendo
todavía estereotipos y roles sobre lo que se espera que haga una mujer o un
varón. Estas prácticas, muy naturalizadas, violentan la identidad individual de
cada trabajador/a”, agrega Sticco.
El 50%
atestiguó alguna situación de violencia simbólica en el trabajo
El 50% de las personas participantes del
estudio de Ecuador afirma haber escuchado o atestiguado alguna situación de
violencia simbólica en el trabajo. El promedio regional no presenta
diferencias significativas.
Dentro de las
situaciones atestiguadas, el 20% de
los/as ecuatorianos/as escuchó comentarios estereotipados, bromas, chistes,
burlas y/o apodos respecto a la identidad de género. Este número está 57
puntos por debajo del regional que es de un 77%.
“La
discriminación y la violencia tienen un fuerte componente de género. Como se
puede observar en los hallazgos de este estudio, tener una identidad de género
no cisnormativa o una orientación sexual no heteronormativa son factores que
incrementan las posibilidades de sufrir violencia simbólica”, analiza Sticco.
También el 40% presenció comentarios
estereotipados, bromas, chistes, burlas y/o apodos en relación a la orientación
sexo afectiva. En este casos el resultado en Ecuador es menor a la media de
la región, donde presenta un 76%.
Además, se
destaca que el 100% escuchó bromas o
comentarios inadecuados por mostrar sensibilidad o emocionalidad. Número
que se encuentra 26 puntos por encima del general de la región, que es de un
74%.
Los hombres cis, aquellos cuyo género se
corresponde con aquel que se les asignó al nacer, fueron los más identificados como quienes ejercieron las situaciones de
violencia. Un 83% de las personas participantes ecuatorianos indicó a los
jefes varones cis como los autores de estos comportamientos.
“La violencia
está mucho más naturalizada de lo que creemos y lamentablemente, con el estudio
realizado, podemos ver que el ámbito laboral no es una excepción. De esta
manera, es fundamental que todos los líderes de las compañías nos comprometamos
a trabajar en la deconstrucción continua y a alejarnos de las prácticas que
puedan llegar a dar lugar a algún tipo de violencia. Contar con el apoyo del
área de Recursos Humanos es fundamental para poder sentir el acompañamiento y
contar con las herramientas y capacitaciones necesarias para poder abordar este
proceso”, observa Morales.
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