Efectos de la cuarentena en la nutrición infantil y cómo contrarrestarlos


 El cambio de estilo de vida por el COVID-19 ha generado desórdenes alimenticios importantes en la población, sobre todo en los niños. Los efectos del encierro y la falta de actividad física en la nutrición infantil van desde el aumento del consumo de golosinas hasta el incumplimiento de las 3 comidas principales en los horarios adecuados. Este tipo de cambios generan hábitos alimenticios incorrectos, mismos que pueden ocasionar patologías como desnutrición, sobrepeso u obesidad.

“Estos desórdenes alimenticios derivados de la cuarentena pueden ser corregidos mediante una alimentación equilibrada y técnicas de alimentación enfocadas en el niño. Es importante priorizar alimentos nutritivos ricos en nutrientes que favorezcan su crecimiento como la leche y sus derivados, ya que contienen proteínas de calidad, vitaminas, grasas saludables y minerales; y, además evitar aquellos carentes de nutrientes y ricos en calorías”, explicó la Dra. Adriana Brito, nutricionista de Vita, marca de Pasteurizadora Quito.
Los desórdenes alimenticios constituyen una problemática social importante en el país, más aún en la realidad actual. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (2018), se estima que previo a la pandemia, 35 de cada 100 niños tenían sobrepeso y obesidad en el país. “La teleeducación y cuarenta podrían profundizar estas y otras cifras relacionadas, si no se presta atención a la salud y buena alimentación en la niñez”, añadió la especialista.
Sobre los trastornos alimenticios infantiles:
Existen dos trastornos que son los más comunes en edades tempranas, mismos que pueden originarse por diversos factores dentro del encierro por la pandemia. Estos son:
  • Desnutrición: Este término hace referencia a una nutrición deficiente o desequilibrada, como consecuencia de una dieta de baja calidad o de cantidades reducidas. Este es un problema frecuente, ya que depende tanto de la cantidad de alimentos como de la calidad de sus nutrientes.
  • Sobrepeso y obesidad: Este desorden alimenticio se refiere a la acumulación anormal o excesiva de grasa en el organismo, producto de una alimentación rica en grasas de baja calidad y en alta cantidad. Esta condición es perjudicial para la salud, ya que desemboca en problemas secundarios. El índice de masa corporal (IMC), que establece la relación entre peso y talla, es la manera que marcará la diferencia entre obesidad y sobrepeso.
Sobre las principales causas de los desórdenes nutricionales en los niños:
  • Malos hábitos en la alimentación: La falta de técnicas correctas a la hora de comer es una de las principales causas de los desórdenes alimenticios. Por ejemplo: cuando se ofrecen alimentos carentes de nutrientes y con altos niveles de calorías, se exceden o limitan las cantidades adecuadas en los alimentos. Esto generalmente se debe al desconocimiento de los padres, en relación a la calidad de los alimentos y sus porciones correctas. Es importante que se informen y establezcan un plan de alimentación adecuado, con porciones de todos los grupos de alimentos. En este sentido, los lácteos juegan un papel importante en la ingesta diaria de los niños, ya que ayudan a su crecimiento debido a que son ricos en calcio y proteína.
  • Desórdenes de planificación y cambios de horarios:  Durante esta época y dadas las restricciones de movilidad, las compras se realizan de manera acumulada y con poca planificación. Esto provoca la elección de productos altamente procesados, para mantenerlos mayor tiempo almacenados. Además, los horarios han variado y muchas familias suprimen las comidas o las unifican. A esto se suma que muchos padres, debido al teletrabajo, no tienen tiempo para preparar los alimentos y recurren a comida chatarra.
  • Falta de ejercicio físico: El sedentarismo, ocasionado por la pandemia, es otra causa importante de varios problemas de salud como la obesidad y el sobrepeso. Los niños se mantenían activos antes de la pandemia, ya sea en sus recesos escolares y las clases deportivas, además del juego habitual los fines de semana en parques. Ahora pasan mucho tiempo sentados frente a una pantalla y no existe el momento para la práctica física.
Claves para evitar trastornos alimenticios en los niños:
  • Elegir las porciones adecuadas: Los niños deben desarrollar todo su potencial físico e intelectual en esta etapa. Por eso necesitan consumir alimentos que contengan nutrientes de calidad y en cantidades apropiadas para cada edad, priorizando los productos ricos en proteína, calcio, fibra y vitaminas. La leche es considerada uno de los alimentos más completos, por lo que es un aliado clave para la nutrición infantil. Lo más recomendable es incluir 3 raciones de leche, queso o yogur al día. Se puede variar por horarios y días para mantener el interés. Por ejemplo, hay marcas Vita Leche de sabores, Vita Avena o Vita Yogur en varias presentaciones; esto además de dar variedad al menú, garantizará una nutrición adecuada.
En complemento se debe incluir en el menú 2 raciones de pollo, huevos o legumbres y 6 raciones de pasta, cereal o pan; y, varias veces a la semana carnes rojas, blancas o embutidos.
  • Elaborar un menú apropiado: La nutricionista de Vita, marca de Pasteurizadora Quito, recomienda “basarse en alimentos que contengan altas cantidades de proteína tanto animal como vegetal, fibra y vitaminas libres de grasas saturadas. Mantener una dieta equilibrada, alternando en el plato el contenido cárnico o proteína del 10% al 15%, lípidos del 30%; y, de cereales, legumbres y granos en un 55%, tomando en cuenta las preferencias de comida de cada niño”. 
  • Tomar en cuenta la hidratación: Es un aspecto fundamental para el rendimiento de los niños, ahora aún más cuando pasan mayor tiempo frente a la pantalla y requieren de mayor concentración en el telestudio. Aquí se puede elegir bebidas como la leche o néctares de fruta. Existen varias opciones de fácil preparación y que son muy saludables como Vita Néctar de Naranja que concentra una gran cantidad de vitamina C y es ideal para reforzar las defensas del organismo, libre de conservantes y colorantes artificiales.
Es importante restringir el consumo de bebidas carbonatadas, que pueden llevar a la obesidad o sobrepeso.
  • Evitar el sedentarismo: Mantener a los niños activos es clave para mantenerlos saludables, para ello se pueden generar actividades de recreación en casa, incluyendo deportes, juegos, caminatas en áreas abiertas, entre otros. También se recomienda realizar pausas activas en los recesos durante las clases virtuales. Otra opción muy válida es involucrarnos en las tareas del hogar para que pasen menos tiempos frente a una computadora o celular.
  • Hacer de las comidas un momento especial: Muchas veces la hora de la comida suele resultar un “castigo” para los niños. Motivarlos a comer de manera adecuada y los alimentos idóneos, también depende de la experiencia que se les brinde. Se debe cuidar la presentación de los alimentos tanto en textura, color y olor, así se generan mejor aceptación.

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