7 consejos de alimentación saludable para reducir el riesgo de padecer alguno de los cánceres más comunes

 


Cada 04 de febrero se conmemora el Día Mundial contra el cáncer, fecha que motiva a los gobiernos, empresas y sociedad a fortalecer acciones destinadas a mejorar el acceso a una atención de calidad, la detección temprana, el tratamiento y los cuidados paliativos. De acuerdo con el Ministerio de Salud Pública, en Ecuador se detectaron 29.273 casos nuevos de cáncer en el año 2020. Entre los principales tipos de esta enfermedad en la población ecuatoriana están: el cáncer de mama, próstata, colon o recto, estómago, tiroides, cuello uterino, linfoma no Hodgkin, entre otros.

De acuerdo con el Dr. Joseph Dowdell, dietista oncológico de Cleveland Clinic señala: “la genética y otros problemas de salud también pueden influir en la prevalencia del cáncer, pero suelen estar más fuera de nuestro control. Por ende, lo que se puede controlar más fácilmente son los alimentos que elegimos para alimentarnos. Mantener un peso saludable puede ayudar a protegerse de estos tipos de cáncer y de otras enfermedades crónicas”.

Es importante considerar que no existe ningún alimento que pueda prevenir el cáncer o provocar esta enfermedad. No obstante, una dieta y estilo de vida saludable pueden contribuir en gran medida a reducir el riesgo de padecer algunos de los cánceres más frecuentes. El dr. Dowdell recomienda seguir estos siete consejos para controlar el peso y reducir el riesgo de esta patología:

1.       Consuma más variedad de fruta y verdura

Intente comer al menos tres colores diferentes de frutas y verduras al día. Por ejemplo, añadir en un plato: tomates, zanahorias, piña, lechuga, arándanos, etc. "Comer el arcoíris, es una buena regla, el pigmento que da color a las frutas y verduras contiene ingredientes que pueden reducir el riesgo de cáncer”, menciona el Dr. Dowdell.

2.       Baje porciones de azúcar

Algunos estudios señalan que el azúcar es el enemigo público número uno de esta enfermedad, ya que, el azúcar alimenta todas nuestras células, pero no todos los azúcares son iguales. De acuerdo con el Dr. Dowdell, "el problema no son los alimentos con azúcar natural, como las frutas y los cereales; son los azúcares añadidos los que pueden provocar obesidad y enfermedades cardiacas. Éstos pueden aumentar el riesgo de cáncer", afirma. Entre las fuentes furtivas de azúcar se incluyen:  pan, galletas saladas, barritas de granola, aliños para ensaladas y yogur (especialmente las variedades con sabor a fruta).

3.       Considere la posibilidad de tomar suplementos de vitamina D

Los niveles bajos de vitamina D se asocian a un mayor riesgo de cáncer de mama, colon y próstata. Muy pocos alimentos tienen un alto contenido natural de esta vitamina, en el mercado existen opciones como la leche de soja y de almendras que están compuestos con este ingrediente. Por otro lado, la exposición a la luz solar puede ayudar a aumentar la vitamina D, y algunas personas se benefician de los suplementos. Para agregar a su dieta diaria este tipo de vitamina es importante consultar con su médico de cabecera.

4.       Incluya fibra para evitar comer de más

Los alimentos ricos en fibra te hacen sentir saciado durante más tiempo, evitando que busques un tentempié 10 minutos después de terminar de comer. Las investigaciones demuestran que los alimentos ricos en este componente vegetal liberan moléculas que envían mensajes al cerebro indicándonos que estamos saciados.

“Las dietas ricas en fibra se asocian a un menor riesgo de cáncer de colon. Los alimentos ricos en fibra como: cereales integrales. alubias y lentejas, frutos secos, arándanos o manzanas, pueden hacer que se sienta más saciado. Estos son un complemento importante de una dieta que se podría decir “anticáncer”, ya que ayudan a controlar el peso”, señala el especialista.

5.       Reduzca el consumo de alcohol

Las personas que consumen altos niveles de cerveza tienen un mayor riesgo de cáncer de recto. De hecho, las personas con trastorno por consumo de alcohol tienen mayor incidencia de cáncer de hígado y se asocia a un mayor riesgo de cáncer de esófago, garganta y mama.

6.       Mida el consumo de sal

Los estudios muestran que existe un alto nivel de relación entre el cáncer de estómago y el consumo elevado de alimentos salados. “Es preciso señalar que dentro de la dieta se evite los alimentos curados, ahumados y conservados con nitritos, como embutidos, fiambres y salchichas”, manifiesta el dietista oncológico.

7.       Reduzca las grasas a toda costa

Minimizar la ingesta diaria de grasas es sumamente importante: idealmente se recomienda el consumo de 25 o 30 gramos de grasa al día, para mantener su peso a raya. Es importante ser minucioso con el consumo de grasas, y sobre todo de grasas insaturadas como: almendras (14 gramos por onza), mantequilla de cacahuete (8 gramos por cucharada), aguacate (10 gramos por media taza), hummus (2 gramos por cucharada).

Finalmente, en la actualidad no existen pruebas científicas que demuestren que ninguna dieta pueda tratar el cáncer. La comida puede ser un factor importante que debemos controlar, debido a que, es parte de los momentos importantes de la vida del ser humano. Por ello, es importante desarrollar hábitos alimentarios que formen parte de nuestra vida y acudir a exámenes de control paulatinamente.

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