La incidencia de los linfomas se ha calculado que incrementa en un 3% cada año.
Los
linfomas son un tipo de cáncer que se origina en el tejido linfático y
afecta a las células inmunes llamadas linfocitos, que son un tipo de
glóbulo blanco. Por lo general aparecen como ganglios en zonas
accesibles como el cuello, las axilas o las ingles y es fácil evidenciar
su elevado tamaño, pero también aparecen en zonas menos accesibles
donde pueden pasar desapercibidos.
Durante
el desarrollo de esta enfermedad se produce un quebranto en el sistema
inmunológico, que es el encargado de la defensa del organismo. Por ésta
razón, el linfoma es un cáncer que no debe ser ignorado y que mientras
más conocimiento se tenga de sus síntomas se lo puede prevenir o tratar
con mayor precisión.
La compañía farmacéutica Takeda en Ecuador, en el marco de celebrarse un año más el Día Mundial de la Lucha Contra el Linfoma expone la realidad de ésta enfermedad y comparte sus características para mantenerse alerta y detectarla a tiempo.
Los
síntomas del linfoma pueden variar dependiendo del tipo, la zona de
desarrollo y su ritmo de crecimiento. En algunas ocasiones se los suele
confundir con síntomas de enfermedades menos graves como la gripe o u
otra infección viral. Entre los más frecuentes están: sudores nocturnos
abundantes, fiebre y escalofríos intermitentes, picazón, inflamación de
los ganglios linfáticos en el cuello, las axilas, ingles u otras áreas,
pérdida de peso, tos o dificultad para respirar, hinchazón o dolor
abdominal (estreñimiento, náuseas y vómitos), fatiga y anemia.
Según
el Ministerio de Salud Pública del Ecuador en su Investigación Global
de Pacientes del 2017, los linfomas en relación al mundo y los países de
Latinoamérica ocupan el puesto número 14 en hombres y el 12 en mujeres
de acuerdo a la Agencia Internacional de Registro de Cáncer (IARC). Para
el Ecuador la tasa de mortalidad en el 2012 fue de 107,9 por 100.000
habitantes; de acuerdo a la OMS.
La
incidencia de los linfomas se ha calculado que incrementa en un 3 por
ciento cada año. En Ecuador las tasas más altas de esta patología se
encuentran en Quito con una incidencia de 13,1 en hombres y de 11,11 en
mujeres, y en Loja de 10.9 en hombres y 8.9 en mujeres por 100.000
habitantes; según la investigación ‘Epidemiología del cáncer en Quito
2006-2010’ realizado por SOLCA.
La
Red Mundial de Grupos de Pacientes con Linfoma -Lymphoma Coalition- ha
informado que existen más de 60 tipos de linfoma, dependiendo del tipo
de células inmunes afectadas, clasificándose en grandes grupos: Linfoma
Hodgkin (LH), Linfoma No Hodgkin (LNH), de células B y de células T.
La
enfermedad de Hodgkin o linfoma de Hodgkin supone el 1% de todos los
cánceres aproximadamente y el 10 % de todos los linfomas. Suele afectar a
personas jóvenes, de entre 15 y 35 años o a mayores de 55 años.
Y según las cifras médicas, cada año mueren en el mundo aproximadamente
200.000 personas como consecuencia de la enfermedad y son
diagnosticados unos 350.000 nuevos casos.
Se
requiere diferente análisis, evaluación y tratamiento para cada tipo de
linfoma, debido a que la evolución y posibilidades de curación dependen
cada vez más de la precisión del diagnóstico.
Sin
embargo, muchos pacientes no entienden claramente el tipo de linfoma
que les afecta. Según Lymphoma Coalition, sólo el 57% de los pacientes
con linfoma sienten comprender las características de su subtipo después
de su primera visita de diagnóstico al médico.
En
el Informe “2014 Global Patient Survey” publicado por la organización
médica se menciona que 7 de cada 10 personas no conocían nada de esta
enfermedad hasta que fueron diagnosticados, más de la mitad de los
afectados esperaron al menos 6 meses para acudir al médico tras
experimentar los primeros síntomas (un 18% esperaron entre 6 y 12 meses y
un 24% tardaron más de 1 año en visitar al médico, llegando incluso a
más de 5 años para su primera visita).
Una
pronta atención es fundamental en esta enfermedad, ya que según las
estadísticas solo el 33% de los pacientes que acuden al médico en las
primeras 4 semanas son diagnosticados correctamente, y apenas el 29%
obtiene esa precisión de tratamiento en base a los síntomas iniciales
después de los primeros 4 meses.
La
comunidad médica se ha esforzado mucho por entregar alternativas que
mejoren significativamente la supervivencia de pacientes con linfoma y
Takeda es una de las farmacéuticas que más compromiso ha tenido a nivel
mundial con esta causa desarrollando diversas opciones.
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