Decálogo: buenas prácticas para el teletrabajo
Los tiempos de crisis, como el que está atravesando actualmente el mundo a causa del Covid-19, traen consigo oportunidades para sacar a flote la creatividad, la recursividad y la tecnología como herramientas de trabajo y de empoderamiento de los colaboradores. En el país más de 400 mil personas trabajan bajo la normalidad del teletrabajo, con el fin de no parar la producción, ni los ingresos económicos.
Tras la pandemia las empresas están dando un paso muy importante con la entrada de la digitalización y cultura, para potencializar la comunicación y la productividad de los equipos de trabajo, implementando así modalidades como el teletrabajo, una alternativa para realizar las labores que se hacían de manera presencial de una forma remota. Actualmente el incremento de compañías bajo esta modalidad es de más del 60%.
Según la Organización Internacional para el trabajo (OIT), “El teletrabajo es la forma de organizar y realizar el trabajo a distancia mediante la utilización de las TIC en el domicilio del trabajador o en lugares o establecimientos ajenos al empleador.”
Por lo anterior y debido a esta nueva modalidad que cada vez toma más fuerza en diferentes empresas, impulsada por la crisis sanitaria, Liberty Seguros comparte una serie de buenas prácticas para tener en cuenta a la hora de teletrabajar, para que el desempeño en casa sea igual o más productivo que el de la oficina.
- Plantearse objetivos claros. Trabajar desde casa implica fijarse objetivos medibles. Realizar una lista de tareas e incluirle tiempos de cumplimiento, es una buena medida en estos casos, así como tener claro quién hace qué.
- Establecer una rutina. Es aconsejable que cada persona mantenga su rutina de trabajo, siempre que sea posible. Es importante levantarse, asearse y vestirse, como también agendar reuniones, llamadas, tareas por realizar, hacer pausas activas, entre otras actividades, que se realizan comúnmente al salir a trabajar, esto con el fin de crear dinámicas y ambientes establecidos que permitan cumplir con los objetivos laborales.
- Dinámicas de equipo. Establecer protocolos como hora de reuniones, llamadas antes o después de la hora de la comida, de manera que se puedan replicar las dinámicas de trabajo cotidianas que se tendrían en la oficina. Acordar con superiores y colegas el método de seguimiento del trabajo.
- El teléfono como herramienta de eficiencia. Esta vía de comunicación es muchas veces más efectiva que el correo electrónico o el WhatsApp, evita malentendidos de la comunicación por escrito y maneja temas importantes directamente en una llamada.
- La importancia de la comunicación escrita. Para evitar las posibles malinterpretaciones o malentendidos en la comunicación escrita, sea preciso y de ser necesario comparta un breve contexto del asunto a tratar para garantizar que quién reciba la información cuente con todos los elementos para comprender y ayudar. Recuerde siempre incluir palabras como estas en los correos o mensajes: “gracias”, “por favor”, “saludos”, esto es sinónimo de respeto y cortesía con el que lo lee.
- La tecnología como aliada. Utilizar todas las herramientas disponibles para comunicarse, compartir documentos o realizar las tareas de la mejor manera posible. La tecnología tiene a disposición una serie de herramientas o plataformas que permitirán comunicarse de la mejor manera, conectarse con equipos de trabajo o trabajar de forma simultánea. Explorar e implementar estas herramientas lo ayudarán a hacer un buen trabajo.
- Ciberseguridad. Ahora más que nunca debemos estar atentos a los riesgos del ciberespacio a los que estaremos expuestos. No compartir información sensible, no revelar contraseñas en espacios públicos, no abrir enlaces desconocidos, entre otros, para evitar robo de información o posibles fraudes.
- Tener un espacio exclusivamente de trabajo. En la medida de lo posible, es importante determinar un lugar de trabajo, aunque sea simbólico. Elegir un espacio de la casa que se pueda adecuar con un escritorio y los implementos necesarios para evitar distracciones y estar cómodo al trabar.
- Vigilar la ergonomía y los descansos. Utilizar posturas correctas, tomar un descanso cada cierto tiempo en especial para ojos, manos, muñecas y espalda, salir de ese espacio destinado para trabajo de vez en cuando son acciones recomendables para recargar el cuerpo y la mente durante la jornada laboral.
- Evitar distracciones domésticas. Aunque puede resultar difícil, en horario laboral hay que evitar otras actividades que afecten o rompan el ritmo de trabajo. Reparta las labores domésticas con su familia para disminuir la carga y acuerden sus horarios laborales para que todos en casa tengan claro cuándo está trabajando y cuándo no.
Si usted es uno de los ecuatorianos que se encuentran trabajando de manera remota o con modalidad de teletrabajo, tenga en cuenta cada una de estas recomendaciones para lograr la eficiencia a la hora de trabajar desde casa.
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