Vitamina D + vitamina K2: la combinación ideal para fortalecer el sistema óseo
La vitamina D tiene un papel esencial en el buen funcionamiento del organismo. Interviene en muchos procesos fisiológicos como, en la absorción y mantenimiento de los niveles de calcio en los huesos, el movimiento de los músculos, los nervios la requieren para transmitir mensajes entre el cerebro y otras partes del cuerpo, además en el sistema inmunitario para combatir virus y bacterias.
En Ecuador, según un estudio realizado por la Revista de Osteoporosis y Metabolismo Mineral, en la población adulta mayor ha presentado una prevalencia de insuficiencia y deficiencia de vitamina D del 68 y el 22%, respectivamente. A pesar de la abundante luz natural durante todo el año, esta condición varía considerablemente entre las diferentes regiones y zonas de nuestro país, siendo más frecuente en mujeres mayores.
Un nivel adecuado de vitamina D es importante en cada etapa de la vida de una mujer, tomando en cuenta:
- Sus niveles bajos en edad fértil pueden estar asociados a problemas de fecundación. Adicionalmente, ayuda a aquellas que presentan miomas uterinos y sangrados abundantes.
- Durante el embarazo existe un mayor riesgo de diabetes gestacional, preeclampsia, parto prematuro y bajo peso al nacer.
- En la menopausia, ayuda a prevenir problemas de osteoporosis, obesidad, problemas cardiovasculares, diabetes y cáncer de mama.
Por otro lado, el calcio y la vitamina D son los dos suplementos principales usados para lograr una mejor salud ósea. Sin embargo, recientes investigaciones han demostrado que la vitamina K además de ayudar en la coagulación sanguínea, también aporta de manera importante en el metabolismo óseo.
“La vitamina D evita riesgos de contraer enfermedades que atenten contra la salud y el bienestar de las personas y su consumo permanente mejora efectivamente la calidad de vida. Además, su ingesta junto a la vitamina K2 es una asociación que evidentemente previene enfermedades como de gran impacto en la salud femenina como es la osteoporosis” asegura el Dr. Santiago Palacios, director científico de la Fundación del Ilustre Colegio de Médicos de Madrid.
Por ello, un déficit de vitamina D puede aumentar varios riesgos entre los más comunes la osteoporosis y fracturas óseas. Las personas que presentan menos niveles de vitamina D tienen unos huesos débiles, delgados y frágiles, lo que llamamos raquitismo en niños y osteomalacia en adultos.
Sólo un 10% de la vitamina D se puede encontrar a través de la dieta, sobre todo en pescados frescos y grasos como la trucha, el salmón y el atún, así como los aceites de hígado de pescado. El 90% restante proviene directamente del sol y su radiación.
Para presentar las conclusiones de esta asociación vitamínica, el médico e investigador español se reunió en una ponencia organizada por PROCAPS sobre vitamina D y su impacto en la salud junto a distintas sociedades médicas especializadas del país.
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