Los beneficios de invertir en educación


 La educación tiene un efecto directo sobre la vida de las personas y sobre la sociedad misma. Un sinnúmero de investigaciones han permitido entender que muchos problemas económicos y sociales tienen su origen en los bajos niveles de educación.

Invertir en educación, además de contribuir a la construcción del futuro, representa una rentabilidad directa no solo para las personas, sino para la sociedad en su conjunto, ya que si la mayor formación de un individuo va asociado a un mayor ingreso en su vida laboral, las personas con mayor formación académica, tendrán más ingresos, mayor será el consumo y, por ende, mayor la generación de impuestos.

Si una sociedad invierte en educación en la edad temprana, fomenta la escolaridad, reduce los riesgos de delincuencia, mejora las aptitudes de los niños y les conduce a obtener mejores niveles de renta en su vida profesional futura. El conocimiento es indispensable hoy en día en las economías modernas. Según estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los países invierten un promedio de 5.2% de su PIB en instituciones de enseñanza, desde la educación primaria hasta la superior, si se suman los gastos públicos y privados

 

En ningún escenario social se puede permitir dejar de aprender. Es por ello que, pese a que el sector educativo fue uno de los más afectados durante la pandemia por los cierres de colegios, la red global de colegios canadienses Maple Bear mantiene su crecimiento e incluso anuncia la apertura de más de 100 colegios en América Latina para el año 2027. Esta expansión se dará principalmente en México, Panamá, Ecuador, Colombia, Perú, Paraguay, Costa Rica y Uruguay.

Para Natalia Tieso, directora de Maple Bear Latinoamérica“la región representa una gran oportunidad para la educación privada, ya que existe una demanda de parte de las familias de una educación de calidad. Esta  relación calidad-precio que ofrece la red de colegios canadienses Maple Bear garantiza excelentes retornos, sea para la inversión  para requerimientos académicos de los padres, por el alto nivel educativo de estándar cadiense que reciben sus hijos a un precio bastante competitivo en cada país”. 

 

Este último factor es importante para fomentar el regreso de la población estudiantil al sector educativo privado. El último año, Panamá registraba un poco más de 730 escuelas privadas a las que ingresaron 160 mil 915 estudiantes -de un universo total de 954,233- en educación inicial, primaria y secundaria. Según el Ministerio de Educación, la cifra de matriculados en escuelas privadas disminuyó en un 15,8 % en comparación a años anteriores, debido a la crisis económica, principalmente.

 

Las políticas y estrategias públicas son también primordiales para potenciar la educación, sobre todo si se quieren mejorar los resultados de la evaluación PISA. La posibilidad de implementar planes y programas que sean capaces de transformar el sistema y proporcionar a los estudiantes una educación de mejor calidad que les permita competir, no sólo en el mercado local, sino también internacionalmente, es uno de los principales motivos por los que las iniciativas particulares se hacen cada vez más atractivas y en Panamá, además son apoyadas por el propio Ministerio de Educación. 

Según la Directora de Maple Bear, el gran reto está en implementar un currículum que, por un lado, logre despertar en los estudiantes la necesidad básica del emprendimiento, el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la creatividad y la innovación. Y que además, les permita el dominio de un segundo idioma, lo que trae consigo muchos beneficios como conseguir un mejor puesto de trabajo, lo cual es importante para un 71% de las personas, según la última encuesta realizada por Maple Bear en países de América Latina a finales del año pasado.

 

La decisión de invertir se ve respaldada por la proyección del constante crecimiento del sector. Se estima que el gasto anual en educación en todo el mundo en 2018 fue de 5.9 billones de dólares y que podría alcanzar los 10 billones de dólares para 2030. El incremento del gasto en educación digital también se dibuja alentador, se prevé que crezca un 12.5% al año desde el año 2023 al 2025.

Para Natalia Tieso, la construcción de la educación del futuro, como un concepto para la renovación de la sociedad latinoamericana, está en manos de personas apasionadas por la educación, con un potencial transformador importante. “Desde Maple Bear proveemos todo el Know-How necesario para implementar un modelo educativo premium con altos estándares de calidad, basados en la metodología del país líder en educación, como es Canadá, solo así podremos construir el futuro de la educación, hoy".

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