Programa Integra Impulsa la Educación y la Integración de Niñas y Niños Migrantes en Ecuador
Según datos de la
UNESCO, se estima que 1 de cada 2 migrantes y refugiados venezolanos en el
mundo tiene dificultades para acceder a servicios educativos, lo que representa
a más de un millón de niños, niñas y adolescentes menores de 15 años que enfrentan
barreras para acceder a la educación, una clara amenaza para su desarrollo y
bienestar. La falta de acceso a la educación no solo limita sus oportunidades
futuras, sino que también obstaculiza su integración en las comunidades de
acogida, y les pone en riesgo de ser víctimas de explotación infantil.
En América Latina
y el Caribe, 1 de cada 5 refugiados o migrantes es un niño o una niña que tuvo
que dejar su escuela, y al cruzar las fronteras perdió su oportunidad de seguir
aprendiendo, y muchas veces se encuentra atrapado en la exclusión, pobreza y
violencia del país que le acoge.
En el caso de
Ecuador, según las estadísticas del Ministerio de Educación los estudiantes
venezolanos son quienes más han abandonado sus estudios, por ejemplo, en el año
lectivo 2021-2022, hubo más de 60.000 alumnos inscritos, mientras que en el año
2023 solo se inscribieron más 29.000. Esta cifra representa una reducción del
50,2%, convirtiéndose en la tasa de deserción escolar más alta registrada con
relación a estudiantes de otros países.
Esta reducción
responde a la falta de recursos económicos de las familias, que les impiden
adquirir útiles escolares y solventar gastos asociados al transporte y
alimentación de sus hijos. También, a la falta de información de cómo acceder
de forma sostenible a los servicios educativos del país.
En este contexto,
el Programa Integra en Ecuador ha desarrollado acciones de acompañamiento
técnico para las familias migrantes, logrado así un impacto significativo al
reintegrar/mantener exitosamente a 983 niñas y niños migrantes en el sistema escolar
ecuatoriano. Además, ha entregado 576 kits escolares, garantizando que esta
población tenga los recursos necesarios para continuar sus estudios.
La educación no
solo es un derecho fundamental, sino también es un motor clave para la
integración social y económica de las familias migrantes en su nuevo país de
acogida. Al proporcionar apoyo integral en este aspecto crucial, el Programa
Integra está construyendo el camino hacia una sociedad más inclusiva y justa.
Sigfrido, uno de los beneficiarios del Programa Integra y papá
de Nicolás de 10 años, con mucha alegría menciona: “Volver a la escuela para
mi hijo ha significado una gran alegría, me pone feliz verlo sonreír y jugar de
nuevo, ha sido una bendición para nosotros, incluso ya está haciendo nuevos amigos”.
Carlos Hernández,
Director de Ayuda en Acción en Ecuador, organización que lidera esta
iniciativa, menciona, “El Programa Integra no solo está transformando el
presente y el futuro de estas familias, sino que también está sentando un
precedente valioso en la lucha global para lograr el acceso a la educación de
todas las niñas y los niños, sin importar su origen o situación migratoria”.
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