Alcohol, tabaco y la mala alimentación son hábitos que perjudican la visión de las personas


 La sobreexposición de los ojos a las pantallas electrónicas y el aumento de pacientes que han acudido al optómetra debido a que han presentado problemas en su visión durante el aislamiento, ha puesto en evidencia que, incluso dentro de casa, existen mucho malos hábitos que las personas tienen y que, a mediano plazo, causan daños en la visión.

 

Según el primer Informe Mundial sobre la Visión, publicado por la Organización Mundial de la Salud en el 2019, más de mil millones de personas en todo el mundo viven con algún grado de deficiencia visual, pero no reciben la atención necesaria para corregir defectos visuales como la miopía, hipermetropía, glaucoma y cataratas. Estas estadísticas se han incrementado con el aislamiento, por lo que es necesario conocer cuáles son esos malos hábitos que pueden estar perjudicando la visión. Alejandro Lalama, jefe de Optometría de Óptica Los Andes, comenta que existen determinados comportamientos y prácticas sociales que inciden directamente en la salud visual de las personas, como los que se explican a continuación:

 

      Tabaquismo:

 

      Diversos estudios han demostrado que existe una relación entre el consumo de tabaco y algunas patologías oculares como glaucoma, catarata, retinopatía diabética, uveítis, problemas en el nervio óptico, sequedad ocular y degeneración macular.

 

      El consumo excesivo de tabaco afecta al ojo tanto interna como externamente, debido a las sustancias tóxicas que se encuentran en el humo, tanto en el que ingresa en el cuerpo como al que entra en los ojos al momento de fumar.

 

      En algunos pacientes, el consumo de tabaco puede taponar algunos conductos dentro del ojo, lo que ocasiona que la calidad de la lágrima baje significativamente, ocasionado sequedad ocular.

 

      Consumo excesivo de alcohol:

 

      El consumo excesivo de alcohol causa daños en el epitelio pigmentario de la retina y en los fotorreceptores, por lo que afecta directamente a la calidad visual. Además, junto con el consumo de tabaco, son responsables de ocasionar daños en el nervio óptico y de la aparición de un cuadro conocido como neuropatía alcohólico tabáquica, que puede llevar a la ceguera si no se elimina a tiempo el uso de sustancias tóxicas.

 

      Mala alimentación:

 

      Comer de manera desequilibrada, el consumo excesivo de grasas o dulces, así como el abuso de la sal en las comidas puede generar enfermedades como la hipercolesterolemia, hipertensión o diabetes que, si no se tratan a tiempo, pueden afectar a la visión causando glaucoma o retinopatía diabética.

 

      Tener el colesterol alto, a causa de una mala alimentación, también puede afectar a la visión, desde un sutil deterioro en la percepción de los colores hasta la pérdida total de la vista, debido a que esta dolencia puede ocasionar una oclusión venosa en la retina.

 

      El optómetra de Óptica Los Andes recomienda el consumo de alimentos ricos en vitaminas A, C y Omega 3. “Es recomendable incluir en la dieta cebollas, espinacas, zanahorias, espinacas, brócoli y carnes como el pescado”, asegura Lalama. Si bien es cierto que el consumo de estos alimentos no impide que una persona use lentes, sí contribuye a mantener sanas las estructuras del ojo y que puedan cumplir sus funciones.

 

Sobre los malos hábitos durante el confinamiento

 

      El peor de los hábitos que ha tenido una incidencia negativa en la visión durante el confinamiento es el uso excesivo de las pantallas electrónicas. “Con el avance de la pandemia, las personas pasan más de seis horas frente a un computador, televisión, celular o tableta. Nos concentramos tanto en este tipo de dispositivos que nos olvidamos de parpadear, por lo que el ojo no lubrica correctamente y, en consecuencia, no recibe los nutrientes necesarios para su normal funcionamiento”, asegura el experto de Óptica Los Andes.

 

      Otra afección que provoca la sobreexposición a las pantallas se denomina astenopía, mejor conocida como fatiga visual. Esta afección, que no está relacionada con la presbicia (vista cansada), se debe a “la alteración en la capacidad de acomodación que sufren los ojos cuando se ven obligados a enfocar siempre en circunstancias de visión próximo, lo que finalmente termina mermando la capacidad de enfocar rápidamente los objetos que se miran a diferentes distancias”, asegura Lalama.

 

      La luz azul, que emiten los dispositivos electrónicos, juega un papel fundamental en la regulación del ritmo circadiano: el ciclo de sueño y vigilia natural del cuerpo. Según el experto de Óptica Los Andes, este tipo de luz es buena durante el día, pues ayuda a mantener saludable el ritmo circadiano. Pero, el exceso de este tipo de luz en la noche (al leer un libro en una tableta, por ejemplo) interrumpe el ciclo y puede provocar insomnio o fatiga diurna.

 

Sobre otros factores que pueden perjudicar la visión

 

      El clima es un factor externo que, si no se toman las medidas adecuadas, puede afectar a la salud visual. “Un mal hábito común en las personas es salir a la calle sin la debida protección de los ojos. Considerando la ubicación de Ecuador, es importante que las personas se acostumbren a salir con gafas o lentes para evitar los daños que provocan los rayos UV”, asegura el optómetra de Óptica Los Andes. Otro daño causado por este fenómeno puede ser la resequedad ocular.

 

      A largo plazo, la exposición de los ojos al clima sin ningún tipo de protección puede producir problemas en el cristalino, en la lágrima y en la retina de los pacientes. Un clima frío, por ejemplo, también ocasiona daños debido a que la radiación UV también está presente y, adicionalmente, el viento puede reducir la lubricación ocular, comenta el especialista.

 

      En el caso de las personas que usan maquillaje es importante señalar que este tipo de productos pueden causar alergias o infecciones, por lo que el optómetra recomienda evitar prestarse el maquillaje. Otra recomendación es evitar dormir con el maquillaje puesto, debido a que los residuos pueden ocasionar irritación en los ojos.

 

      Frotar los ojos constantemente es un mal hábito que se debe evitar. Lalama cuenta que “la córnea es una de las estructuras más importantes del globo ocular, pero frotarlos constantemente puede hacer que se cambien las curvaturas corneales y, por ende, que se modifique la medida”. El especialista cuenta que este es un hábito bastante común en personas alérgicas.    

 

Sobre algunas recomendaciones generales

 

      Alejandro Lalama, jefe de Optometría de Óptica Los Andes, recomienda visitar al optómetra y al oftalmólogo por lo menos una vez al año, para mantener un control óptimo de la visión. En el caso de los adolescentes o niños, es importante realizar una visita al optómetra cada 6 meses, para detectar a tiempo si aparece algún trastorno que requiera el uso de lentes.

 

      Otra recomendación es aplicar la regla del 20-20-20. Esto quiere decir que cada 20 minutos, la persona debe ver un objeto que se encuentra a 20 pies (6 metros), durante 20 segundos. Esto ayudará a ejercitar la visión y evitar la resequedad ocular.

 

      Finalmente, Lalama recomienda el uso de lentes con filtro de luz azul para estudiantes o trabajadores que pasen tiempos prolongados frente a las pantallas electrónicas: computadoras, celulares, tabletas, etc. “Este tipo de lentes protegerán los ojos de los daños que ocasiona la luz azul, evitando el aparecimiento de otros trastornos que pueden afectar directamente a la visión de las personas”, puntualiza.

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