Huellas de Cambio de Bupa genera cosecha, no solo de frutas y verduras, sino de acciones y resultados en Ecuador
El programa Huellas de Cambio de Bupa, que se implementa bajo la
metodología TiNi (Tierra de Niñas, Niños y Jóvenes), celebra la etapa de
cosecha con más de 800 estudiantes y sus maestros en la Unidad Educativa Fiscal
24 de mayo en Quito, Ecuador.
El
programa creado por Bupa Global Latinoamérica tiene el objetivo de impulsar un cambio
positivo en las comunidades y el planeta. Con el apoyo de la Asociación para la
Niñez y su Ambiente (ANIA) y la Fundación MIWA Educación y Conciencia Ambiental
aportan la creación de jardines TiNi, los cuales se convierten en un aula y su cuidado
está a cargo de los estudiantes, ya que buscan ayudarlos a empoderarse como
agentes de cambio en beneficio de la comunidad y la conservación del ambiente.
“Huellas de
Cambio es el programa de Responsabilidad Social de Bupa, que trabaja con los
niños de escuelas fiscales, para preservar el medio ambiente, a través del
desarrollo de jardines. Hoy, los estudiantes pueden ver que el trabajo, el
compañerismo y todo el esfuerzo que han puesto en cuidar este espacio natural,
así como nosotros vemos que nuestro programa rinde frutos a través del
compromiso de los jóvenes con la salud del planeta”, señaló
Leopoldo Báez, Gerente General de Bupa Ecuador.
El programa Huellas de Cambio, bajo la metodología TiNi, promueve
acciones para lograr un impacto positivo en el bienestar de las comunidades,
concientizando y emparentando a las nuevas generaciones con la madre naturaleza.
Asimismo, busca comunicar que el cuidado de la salud del ambiente incide directamente
en la nuestra.
Mónica Reinoso, Directora Ejecutiva y Fundadora de MIWA
manifestó que "Nuestra alianza con ANIA busca llevar la metodología
TiNi a más niños en Ecuador. Gracias al programa Huellas de Cambio de Bupa,
hemos logrado hacerlo realidad, creciendo nuestra presencia en el país y
valorando a la Madre Tierra como nuestra maestra y aliada".
La
metodología TiNi, reconocida por la UNESCO como una buena práctica educativa, ha
impulsado el proceso cognitivo, físico, social y emocional de los estudiantes
de Quito. Es así como la metodología empata con el objetivo de Bupa de cuidar
la salud de las personas a través de la conservación del medio ambiente, el
cual, produce cambios positivos para todos.
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