La inteligencia artificial da un nuevo salto: surge la era de los agentes autónomos en el trabajo digital
La inteligencia artificial (IA) está evolucionando rápidamente y marca un nuevo punto de inflexión con el surgimiento de la Agentic AI, un tipo de inteligencia artificial capaz de planificar y ejecutar tareas complejas de forma autónoma. Según el informe “Technology Trends Outlook 2025” de McKinsey & Company, esta tecnología emergente está posicionada para revolucionar el entorno empresarial global.
Con una
inversión superior a los 1.100 millones de dólares en 2024 y un
crecimiento del 985 % en vacantes laborales relacionadas, la Agentic AI
se perfila como uno de los avances más dinámicos del año. A diferencia de los
sistemas tradicionales, esta nueva generación de IA no solo responde preguntas,
sino que actúa como un “coworker digital”, capaz de tomar decisiones,
ejecutar múltiples pasos de un proceso y adaptarse a nueva información, todo
mediante instrucciones en lenguaje natural.
“La Agentic
AI transforma la forma en que las organizaciones abordan tareas complejas,
pasando de ser una herramienta pasiva a convertirse en un colaborador activo
dentro de los flujos de trabajo empresariales”, afirma Delphine Zurkiya,
Socia Senior de McKinsey.
Casos de
uso reales ya están en marcha
Compañías
líderes en tecnología como OpenAI, Google y Salesforce ya están desplegando
agentes inteligentes en áreas como servicio al cliente, desarrollo de software,
investigación profunda y ciberseguridad. Herramientas como Operator (OpenAI),
Gemini 2.5 Flash (Google) y Agentforce (Salesforce) permiten
automatizar tareas como reservas, redacción de informes, programación,
detección de amenazas o gestión de ventas.
El informe
destaca que la adopción de esta tecnología aún se encuentra en fase de
experimentación, pero con potencial de aceleración inminente, gracias a su
capacidad de combinar razonamiento autónomo, colaboración entre agentes y uso
de herramientas digitales humanas (como navegadores web o sistemas CRM).
Un nuevo
reto para líderes empresariales
Este avance
plantea oportunidades, pero también desafíos. La Agentic AI requiere nuevas
habilidades en los equipos técnicos, marcos de gobernanza robustos y una
cuidadosa gestión de riesgos legales, especialmente cuando los agentes toman
decisiones en nombre de las empresas.
McKinsey
sugiere que las organizaciones que logren equilibrar la velocidad de
adopción con prácticas responsables estarán mejor posicionadas para
capturar el valor estratégico de esta tecnología. La clave estará en integrar
estas soluciones de forma ética, segura y centrada en el ser humano.


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