Su historia familiar y genética pueden aumentar el riesgo de cáncer de próstata
En América Latina, el cáncer se ha convertido
en la segunda causa de muerte. De acuerdo con la Organización Panamericana de
la Salud (OPS), los tipos de cáncer más diagnosticados en el género masculino
son: próstata (21,7%), pulmón (9,5%), colorrectal (8%), convirtiéndose estas
patologías en las tres principales razones que causan más muertes en los
hombres. La carga de esta enfermedad se puede reducir mediante métodos
preventivos y de detección temprana.
El cáncer de próstata generalmente ocurre en
hombres mayores de 50 años y se diagnostica con mayor frecuencia en hombres de
70 años. En el Ecuador, esta enfermedad es considerado como un tumor más
frecuente en el género masculino según el Registro Nacional de Tumores de la
Sociedad de Lucha contra el Cáncer (SOLCA). El riesgo de desarrollar cáncer de
próstata en Ecuador está en 35,7 casos por 100.000 hombres, ubicándolo en una
posición intermedia frente a los demás países de la región.
Para la asesora genética, Sara Carroll de
Cleveland Clinic, el historial familiar es una herramienta de detección para
ayudar a identificar si tiene una predisposición genética al cáncer de próstata
y si debe ser derivado a un médico o médico especialista. De hecho, la carga de
esta enfermedad se puede reducir a través de la implementación de métodos y
estrategias basadas en la prevención y detección temprana.
“Si tiene antecedentes familiares de cáncer
de próstata o cáncer de mama, ovario, páncreas o colorrectal, le animo a que
analice esta información con médico personal. Con esta información se puede
determinar cuáles son las opciones para prevenir el cáncer de manera temprana
en usted y otros miembros de la familia”, señala Carroll.
Genética
El riesgo familiar de esta enfermedad es
mayor si tiene un pariente de primer grado (padre o hermano) que tuvo la
enfermedad, especialmente si fue diagnosticado a una edad relativamente joven.
Tener varios familiares de primer grado, segundo grado (como un abuelo, tío o
medio hermano) y tercer grado (como un bisabuelo o un primo) pueden ser
factores que aumentan el riesgo para que una persona contraiga esta enfermedad.
Según la especialista Carroll, los hombres
con un hermano que tenía cáncer de próstata tenían más del doble de
probabilidades que los hombres de la población general de ser diagnosticados
con la enfermedad, y enfrentaban casi el doble de riesgo de desarrollar cáncer
de próstata agresivo a los 75 años. Asimismo, los hombres con un padre y un
hermano que tenían la enfermedad enfrentan un riesgo tres veces mayor de cáncer
de próstata y de desarrollar una enfermedad agresiva a los 75 años en
comparación con la población general.
Cuidado con las mutaciones y síndromes
Los diferentes tumores malignos que se
presentan con mayor frecuencia en algunas familias pueden ser causados por un
gen anormal que se transmite de generación en generación. Según la Sociedad
Estadounidense del Cáncer, se cree que solo alrededor del 5% al 10% de todos
los casos se originan directamente a partir de defectos genéticos (llamados
mutaciones) heredados de uno de los padres. Por ejemplo, el síndrome de Lynch,
es una afección hereditaria que aumenta el riesgo de cáncer colorrectal y potencialmente
el cáncer de próstata.
Esta enfermedad no solo se puede heredar por parte
de los hombres que conforman el núcleo familiar del paciente, sino también por
las parientes del sexo femenino. Para la doctora Carroll, los cánceres de mama
o de ovario son el resultado del síndrome de cáncer de mama y de ovario
hereditario, caracterizado por mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 (nombres
con los que se conocen dos genes asociados al cáncer de mama hereditario o
familiar).
¿Porque es necesario acudir urgente a un
médico?
Tener una de estas mutaciones o síndromes
genéticos no garantiza que desarrollará cáncer de próstata, por el contrario,
con esta información más otros factores para evaluar permitirán conocer el
riesgo ante esta patología. Uno de ellos puede ser la edad, ya que la
probabilidad de desarrollar la enfermedad aumenta a medida que la persona
envejece.
Teniendo en cuenta estos factores de riesgo,
la mayoría de los expertos recomiendan que las discusiones sobre la detección
con antígeno prostático específico (PSA) y otras pruebas comiencen a los 50 o
55 años para quienes tienen un riesgo promedio, pero antes para los grupos de
mayor riesgo.
De acuerdo con la especialista Carroll, de
Cleveland Clinic, las pruebas genéticas pueden advertir sobre el riesgo
heredado de esta patología y también pueden informar a los miembros de la
familia que pueden tener mutaciones genéticas que aumentan su riesgo de cáncer,
exponiendo seis factores relevantes para acudir a un médico:
1.
Antecedentes personales o
familiares de cáncer de próstata agresivo, incluido el cáncer de próstata
metastásico resistente a la castración.
2.
Tener varios parientes de
primer, segundo o tercer grado del mismo lado de la familia con el mismo tipo
de cáncer o con patologías relacionadas (próstata, mama, ovario, páncreas o
colorrectal) que sugieren cáncer de próstata hereditario, cáncer de mama y
ovario hereditario.
3.
Antecedentes personales de
cáncer de mama masculino.
4.
Mutaciones genéticas ya
identificadas en otros miembros de la familia.
5.
Diagnóstico de cáncer de
próstata a los 55 años o menos en el paciente o en un familiar de primer grado.
6. Muerte por cáncer de próstata en un familiar
de primer grado antes de los 60 años.
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