Cuidar el ozono: futuro de la vida en el planeta

 


Cada 16 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono en conmemoración de la firma del Protocolo de Montreal (1987) sobre eliminación de sustancias que dañan la capa de ozono, considerada como un filtro de gas muy frágil, que nos protege de la radiación solar ultravioleta (UV-B) y se ubica en la estratósfera entre los 15 y 50 Km sobre la Tierra.

En 2009, fruto de un acuerdo masivo y por primera vez en la historia, tanto la Convención de Viena como el Protocolo de Montreal lograron su ratificación universal. El objetivo es lograr que la capa de ozono logre recuperarse completamente en el hemisferio norte para el año 2030; en el hemisferio sur la recuperación podría llegar en el 2050, mientras 10 años después se lograría este efecto en las regiones polares. 

Para garantizar la consecución de este objetivo la comunidad internacional propuso una diversidad de compromisos vinculantes y no vinculante, entre ellos: Río 1992, Kioto 1998, Copenhague 2009 y París 2015

 

Afectaciones a la salud

La ausencia de la capa de ozono aumenta las posibilidades de cáncer de piel, cataratas y perjuicios a los animales y las plantas. Menos ozono significa menos protección contra los rayos ultravioleta (UV). Ahora bien, ¿qué es lo que hacen estos rayos ultravioletas (UV)? Básicamente destruye nuestro ADN.

 

·         En el ser humano, aumenta las probabilidades de generar cáncer en la piel, afecciones, oculares, quemaduras, alteraciones del sistema inmunológico y envejecimiento prematuro.

·         En las plantas, se alteran sus procesos fisiológicos y de desarrollo e indirectamente modifican su forma, la distribución de los nutrientes y las etapas de crecimiento, lo que es perjudicial para su supervivencia.

·         En el mar, causa muerte del fitoplancton que es el alimento de muchos peces y así afecta a toda la cadena alimenticia; además, produce daños directamente en peces, camarones, anfibios y otros animales marinos.  

·         En el ambiente, altera los ciclos biogeoquímicos como el ciclo del carbono, lo cual puede tener influencias sobre el efecto invernadero y por consiguiente en el cambio climático tan visible hoy en día.

 

 

 

 

Retos ambientales de la industria por el planeta

Las empresas y organizaciones son actores importantes para apoyar la disminución del deterioro de la capa de ozono En Ecuador, por ejemplo, Unacem Ecuador comprometida con el ambiente, apoyó al Gobierno ecuatoriano en la disposición final ambientalmente adecuada de los gases refrigerantes clorofluorocarbonos (CFC12) -considerados SAOs (sustancias agotadoras de la capa de ozono)- recuperados en el marco del plan Renova Refrigeradora.

“Desde hace más de una década, iniciamos nuestro proyecto de sustitución de combustibles fósiles por otros alternos como la biomasa y los hidrocarburos recuperados (aceites usados y otros). Esta experiencia y nuestros altos estándares de gestión ambiental nos permitieron colaborar con el Ecuador en este importante hito ambiental. Entre los años 2018 y 2019 aportamos a la destrucción ambientalmente segura de 2,73 toneladas de CFC12, equivalente a evitar la emisión de un total de 28.128 toneladas de CO2-eq a la atmósfera. Y, en este año 2021, destruimos 380 kg de gas SF6 equivalente a 8,16 toneladas de CO2-eq”, asevera Patricio Díaz, Gerente de Ecología Industrial de la empresa.

Como podemos ver, la protección efectiva de la capa de ozono será el resultado de la intervención de múltiples actores, por ello es importante emprender acciones de concienciación con la ciudadanía y otras de prevención y mitigación que promuevan el uso eficiente de los recursos, la disminución la contaminación ambiental y el deterioro de esta capa.  

 

Acciones individuales

 

Varias son las acciones que se pueden implementar para disminuir el deterioro de la capa de ozono desde el ámbito familiar, entre las que se destacan:

 

·            Realizar mantenimientos periódicos a los equipos de refrigeración y aire acondicionado de nuestro hogar. 

·            Evitar el consumo de aerosoles que contengan gases clorofluorocarbonos (CFC) o extintores con gases “halones”.

·            Compra artefactos eléctricos de alta eficiencia para el hogar y bombillas de menor consumo, tipo LED.

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