¿Cuál es el rumbo de la dirección empresarial pospandemia?
Mirar al mundo desde otra perspectiva y, sobre todo, la forma de hacer negocios en la actualidad ha hecho que varias empresas sigan una tónica
similar: se trata de la gobernanza corporativa, un modelo de gestión que permite transparentar el accionar del cuerpo directivo de las empresas, para elevar la calidad de las decisiones y generar una buena reputación corporativa. Este concepto que cobra fuerza en el país se resume en: guiarse en estándares de transparencia y eficiencia en toda la plana directiva y colaboradores, generando confianza en el mercado, lo que producirá un impacto positivo en términos de sostenibilidad en el mediano y largo plazo. Implica el involucramiento de los altos niveles de la junta de accionistas y el directorio en la supervisión y control de la gestión de la administración.
Las empresas han tratado de retomar aspectos esenciales como el liderazgo y la sinergia entre equipos para tomar las mejores decisiones en tiempos difíciles. De este modo, en Ecuador cada vez son más las organizaciones que confían en ceñirse a un modelo de gobierno corporativo como un plus para crecer y ganar reputación. Un ejemplo en el sector bursátil del país es la Bolsa de Valores de Guayaquil (BVG), entidad que basa su gestión en buenas prácticas empresariales para proyectar confianza y solvencia con todos los actores que participan directa o indirectamente en el mercado de valores.
Las decisiones mancomunadas y de carácter ético, han hecho que organizaciones como la Bolsa de Guayaquil trabaje en una reorganización institucional que le permita alcanzar nuevas metas en 2022 y se alinee a las tendencias bursátiles internacionales. Sus esfuerzos han permitido que haya claridad y facilidad en el acceso a la información, de manera que ahora la administración está confiando en el liderazgo del directorio para comunicar oportunamente los avances.
Para Ricardo Rivadeneira, presidente de la Bolsa de Valores de Guayaquil: “un buen gobierno corporativo es la base para la toma de decisiones estratégicas y acertadas que permitan lograr la consecución de los nuevos objetivos planteados a favor de repotenciar el mercado de valores y modernizarlo totalmente. Consideramos importante ser resilientes, adaptarnos a los cambios y afrontar las adversidades con acciones concretas y tangibles”. Además, la creación de comisiones es un aspecto para destacar ya que aseguran el compromiso con el cumplimiento de objetivos, independencia, y que la gestión sea medible.
Desde este sector que constantemente está innovando, Rivadeneira reflexiona sobre los procesos que ha llevado a cabo la BVG para aunar esfuerzos y consolidar el fortalecimiento de esta institución:
Integración de un código de ética y transparencia:
Este instrumento se encarga
de establecer principios generales, legales y morales que aseguren el desarrollo de las actividades de la Bolsa, de sus intermediarios de valores
y funcionarios dentro de un marco honesto, transparente y
Asesoría permanente:
Se ha optado por contratar a empresas auditorias y reclutadoras que permitan validar y controlar los procesos que se manejan internamente y el
impacto que se genera frecuentemente. Así se han descubierto oportunidades de mejora y esto ha encaminado a procesos de transformación y progreso para el sector bursátil. Esto se da con el fin de renovar el mercado de valores bajo una visión moderna y adaptada
a los cambios que vivimos constantemente.
Capacitaciones continuas: De manera permanente se está capacitando al staff directivo para fortalecer sus capacidades y aportar a un buen manejo profesional en el día a día, sin dejar de lado los buenos valores que son parte del ADN de la institución. Así pues, se han brindado una variedad de charlas y cursos a los funcionarios de la BVG para potenciar sus perfiles profesionales.
A través de un sólido modelo de gobernanza, la Bolsa de Valores de Guayaquil seguirá implementando cambios por el bien de la comunidad que conforma el sector bursátil.
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