La educación digital llegó para quedarse y potenciar el aprendizaje en la era post-COVID
El COVID-19 revolucionó el mundo, modificando la manera de ejecutar los procesos de educación y dando paso a la transformación digital. Se generó así un nuevo espacio en el que la sociedad dio lugar a la posibilidad de la educación a distancia desde cualquier lugar, en diferentes tiempos, de forma asincrónica; adaptándose a las necesidades y ritmos de cada estudiante.
Para los países latinoamericanos, esto se convirtió en un reto por la falta de recursos en el ámbito tecnológico; pero también recalcó la importancia de que las herramientas virtuales estén al alcance de los estudiantes para contribuir con su formación académica.
Según estadísticas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en Ecuador se afectaron 4.4 millones de estudiantes debido a situaciones de vulnerabilidad como discapacidad, casos de pobreza extrema, refugiados y migrantes debido al gran impacto del COVID-19 ya que redujo los ingresos económicos en un 84,3%, aumentando el riesgo de abandono de estudios.
En el caso de la educación superior también se dificultó la adquisición de los recursos elementales para el aprendizaje. Aunque las plataformas de comunicación online siempre han estado presentes, en Ecuador no eran utilizadas con frecuencia. Sin embargo, a partir de la pandemia se convirtieron en una importante herramienta de educación que llegó para quedarse.
De la misma forma, las reuniones entre alumnos universitarios han migrado a lo digital, a través de las plataformas más comúnmente usadas como zoom, Teams o Google Meets que les permite aprovechar mejor el tiempo al no tener que trasladarse y les ofrece un abanico de oportunidades y herramientas interactivas para realizar trabajos, exposiciones y más. Así mismo, hoy en día los Webinars son una tendencia creativa que permite aprender a través de alternativas virtuales de conferencia, usadas para tratar diversos temas de la mano de expertos y que fácilmente llega a toda la comunidad de estudiantes sin importar el lugar donde estén.
En la enseñanza para los niveles de primaria, la pandemia dejó muchas lecciones nuevas de educación centrada en lo digital, potenciando el autoaprendizaje de los niños y el autodescubrimiento tecnológico, estimulando el uso de elementos audiovisuales que le permiten a cada estudiante ampliar y disfrutar de su proceso de formación.
El profesor Philip Alan Grim, experto en computación de Harrisburg University, durante su participación en un webinar sobre la educación en la era post-COVID, enfatizó el cambio tecnológico que representó la pandemia y cómo grandes empresas aprovecharon este nicho de mercado para brindar herramientas que hoy son esenciales para la educación.
Para Harrisburg University (HU), especializada en carreras STEM (Ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) la transformación que surgió a partir de la pandemia por coronavirus fue beneficiosa en el sentido de que ahora es posible integrar una particularidad en la enseñanza, al usar herramientas que animan a los estudiantes a disfrutar de los recursos de educación, como desarrollar videojuegos de aprendizaje y explorar campus digitales.
La doctrina que acoge Harrisburg University es de modalidad híbrida, tomando los aspectos positivos de la presencialidad y la modalidad online, haciendo especial énfasis en desarrollar una formación ligada al acompañamiento de la tecnología y sus beneficios. Hace unos años la posibilidad de que la educación virtual fuera amplia y accesible estaba alejada de la realidad en diversos sectores de la sociedad, ahora se ha evidenciado que es parte de la realidad global y es responsabilidad de todos hacerla parte de la vida diaria en los planteles educativos, tomando en consideración las ventajas que trae consigo.
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