EL FUTURO DE LA BANCA: CÓMO ANTICIPARSE AL CONSUMIDOR NATIVO DIGITAL
Es evidente que el mundo
está cambiando y es el momento de un nuevo consumidor dominante, el nativo
digital, el primero en su tipo que utilizará una nueva "moneda" para
medir a las empresas: la confianza digital. Y sabemos que la confianza, ya sea
digital, una vez rota, es difícil de reconstruir.
Se espera que los nativos
digitales representen casi el 48% de la población de Ecuador para 2025, según estadísticas
de CEPAL[1].
Como consumidores, su demanda de gratificación instantánea y una experiencia
digital constante sin fricciones sentará precedentes que las organizaciones no
podrán pasar por alto.
Los servicios financieros
son la primera industria que se probará ante los nativos digitales. La demanda
de los clientes de transacciones nativas digitales está cruzando los servicios
financieros con la tecnología. Desde “compre ahora, pague después”, asistentes
virtuales de inversión hasta criptomonedas y blockchain, estas instituciones se
están transformando inadvertidamente en centros tecnológicos. Ahora son
repositorios de datos masivos, con todos los riesgos y responsabilidades que
conlleva, porque gestionar cada vez más datos requiere de mayor protección y
generar más confianza.
Para esto, los servicios
financieros deben ser ágiles, resilientes y seguros aprovechando el poder de la
nube. Las cargas de trabajo de misión crítica, junto con las enormes cantidades
de datos que administran, requieren una potencia de cómputo y escala
excepcionales, y al mismo tiempo, deben lograr la coexistencia del cumplimiento
normativo con la innovación. Su éxito en este proceso determinará si pueden
ganarse y mantener la confianza de los nativos digitales y proteger su ventaja
competitiva durante la próxima década y más allá.
Estos son los principios
clave que la industria de servicios financieros debe adoptar para conquistar al
nativo digital:
Mantener
todos sus datos en un solo lugar no es una clave para el éxito
Determinar qué datos
deben permanecer en las instalaciones y cuáles deben migrar a la nube -y por
qué- es el primer desafío. No todos los datos se crean de la misma manera y,
por lo tanto, no todos requieren un idéntico nivel de control y supervisión.
Combinar la innovación en las instalaciones con un enfoque de nube híbrida
permite obtener hasta 5 veces más valor que una nube pública.
Actualmente, solo el 10%
de las cargas de trabajo de las instituciones bancarias se trasladó a la nube,
lo que obstaculiza la evolución de la experiencia del cliente y el crecimiento.
Se necesita una base sólida para el futuro, con una arquitectura central
modernizada, "liberada" de antiguas herencias y reinventada por los
mainframes actuales, con velocidad en tiempo real, seguridad y agilidad, que se
adaptará a billones de transacciones sin una mayor latencia, fundamental para
aprovechar la IA.
La
diversidad de proveedores genera innovación segura
El enfoque de un solo
proveedor es costoso, restrictivo y complejo, y no puede satisfacer las
demandas de un cliente nativo digital. De hecho, un estudio de IBM encontró que
el 70% de las organizaciones de servicios financieros veían el bloqueo de
proveedores como un obstáculo significativo para mejorar su desempeño
comercial.
Si una organización opera
con grilletes propietarios, en forma de silos y restricciones impuestas por los
proveedores de tecnología, no puede prosperar. Para que una empresa sea ágil
necesita una base interoperable y diversa. Este entorno se encuentra en la
intersección entre las instalaciones y las nubes, donde la combinación de
diferentes infraestructuras, tecnologías y aplicaciones le permita cumplir con
sus objetivos competitivos de forma segura.
La
seguridad y la privacidad generan confianza
La diversidad también es
el tejido que conecta la innovación, el cumplimiento normativo y la seguridad.
Un entorno diverso y abierto es aquel en el que la gobernanza y el cumplimiento
normativo son un elemento central y las empresas pueden gestionar los datos de
los clientes sin necesidad de trasladarlos.
Con este enfoque, la
seguridad puede ser de amplio alcance, ofreciendo visibilidad de la actividad
sospechosa en la red y una respuesta rápida a las amenazas con IA. La
privacidad también se puede reforzar con la computación confidencial, una
tecnología diseñada para que los datos no se puedan manipular y solo su
propietario pueda acceder a ellos, ni siquiera el proveedor de la nube.
Estos tres principios son
la base para que las instituciones financieras conquisten a los nativos
digitales. Satisfacer las demandas del consumidor del mañana requiere que las
organizaciones adopten lo mejor de ambos mundos: en la nube y en las
instalaciones. Ninguno de los dos puede ofrecer por sí solo la nueva moneda de
la confianza digital.
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