¿CÓMO SABER SI DEBO REVISAR LA GRADUACIÓN DE MIS LENTES?
La graduación visual es aquella que permite conocer con exactitud la
calidad visual de una persona, es decir, la nitidez con la que percibe los
objetos a corta, mediana o larga distancia.
Cuando un paciente acude al optometrista para una consulta, y este último
establece que necesita usar lentes, utiliza
la dioptría (una unidad de medida) para determinar la capacidad de
refracción de las lunas, o en otras palabras, la “potencia” que tendrán para
corregir el defecto visual de la persona.
Quienes presentan dificultades para ver bien deben considerar que los
chequeos visuales son sumamente importantes, sea que visiten a un especialista
por primera vez, o inclusive para quienes ya usan lentes y han sido previamente
diagnosticados con algún defecto visual como miopía, astigmatismo, o
hipermetropía. Esto, según el Dr. Alejandro Lalama, Jefe de Optometría de Óptica Los Andes, se debe a que “las personas con lentes, en varias ocasiones, asumen que su medida se
mantendrá y que sus lunas estarán bien graduadas permanentemente; sin embargo,
deben saber que esto no es real, y que existen algunas molestias que pueden
empezar a sentir, que indican que la graduación ya no es la correcta.”
Por ello, el representante de Óptica los Andes detalla a continuación
las 5 señales más frecuentes de que los lentes están mal graduados, así como
los aspectos más relevantes del chequeo visual que recomienda realizarse para
tratar este problema:
Sobre las señales de una mala graduación:
1. Poca nitidez. “Esta es una de las señales que
más desapercibida pasa, ya que muchos pacientes no se dan cuenta de que su
visión se torna más borrosa con el tiempo, por lo cual es importante que si
notan que están haciendo mucho esfuerzo para leer en distancias cortas y lejanas,
consulten a su optometrista”, indica Lalama.
2. Dolores de cabeza frecuentes. Este es un síntoma que, además de alterar el estado de
ánimo y, muy posiblemente, el desempeño en ciertas actividades, puede alertarnos de que algo no anda
bien con nuestra vista. “Producto del
sobreesfuerzo visual que los lentes con graduación equivocada demandan, las
personas suelen sufrir serios dolores de cabeza”, indica el experto de
Óptica Los Andes.
3. Mareos. Estos pueden estar ocasionados ante la imposibilidad de poder
enfocar bien los elementos, así como el excesivo esfuerzo ocular y la visión
borrosa. “Si al usar sus lentes para
realizar actividades como leer (en papel o en pantalla), coser, llenar crucigramas
o hacer manualidades, la persona presenta ligeros mareos, es muy probable deba
modificarse la graduación de sus anteojos”, advierte el Dr. Lalama.
4. Lagrimeo y ojos rojos. Si bien estos
son síntomas comunes de afecciones como la fatiga visual, también se asocian a
los lentes mal graduados, principalmente debido al esfuerzo excesivo y a la
poca claridad visual. “Los ojos rojos
pueden deberse a múltiples factores como la dilatación de vasos sanguíneos ante
una alergia o contaminación ambiental (humo, vapores o exposición a productos
químicos); pero si el enrojecimiento es común y persistente, puede ser signo de
que los ojos están haciendo un esfuerzo extra que debe ser valorado por un
especialista”, explica el Jefe de Optometría de Óptica Los Andes.
5. Movimientos
de cabeza para encontrar el enfoque correcto. En la mayoría de los casos, este síntoma se presenta porque la
distancia pupilar y/o la altura del lente no están alineadas con la pupila o
párpado del paciente, por lo cual la persona realiza movimientos de cabeza
orientados a enfocar con claridad los objetos o la imagen que desea ver.
Sobre la necesidad de un chequeo visual ante
estas señales
Según el experto de Óptica Los Andes, “lo más importante ante cualquiera de los síntomas antes mencionados es
acudir a un chequeo visual para valorar la medida actual de los lentes y
descartar cualquier otra enfermedad causante de estos síntomas. El examen
visual es un proceso estándar y sin dolor, en el que el especialista evalúa al
paciente para brindarle el diagnóstico real de su visión.”
Este examen se lleva a cabo en varias fases:
●
Primero, al
paciente se le plantean una serie de preguntas para conocer su estado de salud
general y el motivo principal de la consulta.
●
Luego, el
optometrista hace una valoración general de la visión del paciente, tanto de
cerca como de lejos.
●
Posterior a
ello, se pasa al examen visual computarizado, que a través de un equipo
denominado autorefractor, toma parámetros visuales que contribuyen a la
obtención de un buen y acertado diagnóstico.
●
Más adelante,
se pasa a la retinoscopia, una prueba que sirve para medir el poder refractivo
del ojo, interpretando la luz reflejada en su retina.
●
Seguido de
ello, el profesional efectúa preguntas adicionales, con el objetivo de
determinar la medida exacta del paciente.
●
Finalmente se
realiza una biomicroscopía, que es una exploración que se realiza con una
lámpara de hendidura, y que permite mirar la superficie del polo anterior del
globo ocular, con el fin de revisar el estado exterior del ojo.
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