¿Cómo la tecnología potencia 3 nuevas demandas de los consumidores?
Todos,
invariablemente, somos consumidores en algún momento de nuestros días. En los
últimos dos años, en concreto, nuestra relación con el consumo ha cambiado
radicalmente y la tecnología fue la protagonista de esta transformación, que ha
potencializado tres nuevos pilares para el cliente: el retail híbrido, la
sostenibilidad y el propósito de las marcas.
En este
contexto, el enfoque omnicanal se ha fortalecido. El retail híbrido ha
dejado de ser una especulación o proyección futura de las empresas para hacerse
realidad y ser parte del día a día de nuestras compras. Los insumos
tecnológicos, acelerados por la Inteligencia Artificial (IA) y la nube híbrida,
nos han acercado a las marcas y nos han abierto más de un canal, a través del
cual nos comunicamos, nos encontramos y establecemos nuestra relación con las
empresas. La tienda está en todas partes: en redes sociales, sitios web,
plataformas, aplicaciones. También sigue existiendo físicamente, a menudo como
puerta de entrada a esta experiencia multiconsumo, y se mantiene muy relevante
y presente.
Una encuesta
reciente realizada por el IBM Institute for Business Value (IBV)
en colaboración con National Retail Federation (NRF) aporta
información de esta nueva realidad del retail híbrido. La mayoría (72 %) de los
19 mil compradores encuestados afirmó que la tienda física sigue siendo el
principal lugar de compra. La encuesta demuestra además crecimiento de la
preferencia por canales híbridos, ya que el 27 % por ciento de los
encuestados dijo que prefiere tener más de una opción que ofrece la marca que
buscan cuando quieren comprar algún producto. Este crecimiento también se suma
a la compra contextual. En ella, el público se da cuenta de su experiencia en
una herramienta virtual, ya sea por medio de un Código QR, es decir, en el
metaverso.
Otro pilar de la
tendencia actual del consumidor es la sostenibilidad, que pasa por toda
la discusión de ESG que estamos experimentando. No es sólo el producto o
servicio lo que importa. El cliente quiere conocer el origen, las
condiciones de producción y de qué manera las marcas ofrecen sus contrapartes
para compensar a la sociedad por los impactos generados por el proceso
productivo. En este escenario, la práctica de las empresas debe coincidir
con su discurso de sostenibilidad. Por ello, los bienes y soluciones que se
ofrecen con esta característica demandan más de toda la cadena, incluyendo el
sector tecnológico. Incluso con valores por encima del promedio, los
consumidores están dispuestos a pagar
un 40 % más por productos y servicios sostenibles.
La tecnología se
inserta de modos diversos en el consumo sostenible. Una de las formas es
auditando toda la cadena productiva de las acciones de sostenibilidad que
practican las empresas con el uso de blockchain. Con la trazabilidad de todos los
pasos sin interferencia en los datos, la credibilidad de la marca sostenible
llega a otro nivel. El cliente que apunta el smartphone al código de producto
para poder verificar dónde, cuándo y cómo se ha producido tendrá más seguridad
de la veracidad de la información presentada y entenderá que parte de ese costo
adicional en el producto final se debe también a esta preocupación por la
transparencia y la tecnología implicada.
Además de la
venta al por menor híbrida y la sostenibilidad, los consumidores buscan marcas
con propósito (purpose driven brand). No es
suficiente ofrecer múltiples canales de compra y prácticas que se comprometen
con la sociedad, el medio ambiente y la gobernanza corporativa. Aún de acuerdo
con el estudio del IBV que cité anteriormente, el 44 % de los consumidores toma
decisiones de compra basadas en los propósitos de las marcas. Buena parte de
las corporaciones que más sobresalen en el mercado actualmente están
comprometidas con fines que resumen su esencia, a pesar de su propósito
comercial. El consumidor no solo compra sus productos y contrata sus servicios,
sino que también se identifica con su visión y sus valores, dentro de una
perspectiva humanística. En este quesito, la tecnología también juega un papel
clave, ya que facilita, con la aplicación de la IA, la comprensión del lenguaje
para potenciar la calidad de la atención y acercarse al público, ofreciendo,
cada vez más, características de la comunicación humana y la esencia que la
marca quiere difundir.
Ya quedó atrás
el momento en el que solo consumíamos sin percatarnos de la diversidad de
canales, aspectos de sostenibilidad y los propósitos de las empresas. Hoy en
día, todo lo que compramos agrega valores intangibles que, impulsados por la
tecnología, hacen que nuestra experiencia de compra sea más personalizada,
única y comprometida. Estos tres pilares señalan los cambios que ya han llegado
a observarse en nuestro comportamiento, pero también demuestran misiones a
intensificar por parte de las empresas para aplicar soluciones tecnológicas en
beneficio de este proceso gradual de transformación en la forma de
relacionarnos con sus marcas.
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