Mitos y verdades sobre la Hipertensión Arterial

 Más del 30% de personas a nivel mundial sufren de Hipertensión Arterial (HTA), siendo la principal causa de enfermedades cardiovasculares y la responsable directa del deceso de 9.4 millones de personas.

 

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en Ecuador 1 de cada 5 ecuatorianos de 18 a 69 años sufren de HTA y el 45% desconoce su diagnóstico. Por lo general empieza desde la infancia al llevar un estilo de vida poco saludable, desarrollándose como un enemigo silencioso ya que en su etapa inicial no presenta síntomas.

 

Sin embargo, en ciertos casos se puede experimentar señales como: mareo, dificultad para respirar, dolor en el pecho, fuertes dolores de cabeza, palpitaciones irregulares, visión borrosa con dolor de ojos, hemorragias nasales, cansancio o debilidad repentina; no obstante, los pacientes suelen confundirse con otras enfermedades. 

 

En este contexto la única manera para conocer si es hipertenso, es acudiendo a chequeos preventivos y oportunos una o dos veces al año para controlar la presión arterial, dejando de lado algunos mitos que son comunes en la sociedad como:

 

Mito 1: Solo los adultos mayores padecen la HTA

 

Por los hábitos y estilo de vida de las personas, es más frecuente encontrar cuadros de HTA en pacientes jóvenes, más aún con la pandemia y el encierro, durante los cuales, las personas han aumentado su sedentarismo y empeoraron sus hábitos alimenticios.

 

Mito 2: Es imposible que tenga hipertensión, pues me siento muy bien

La HTA puede ser silenciosa, no presenta síntomas claros, comúnmente la mayoría de personas cree que sólo si tiene dolores de cabeza es cuando puede presentar hipertensión. Lo cierto es que este dolor representa sólo el 6% de los síntomas relacionados a una presión arterial alta, por ello es importante mantener un control adecuado de mediciones.

 

Mito 3: Mi presión arterial e ingesta de sodio está bajo control porque consumo sal kosher o sal marina en vez de sal de mesa

 

Químicamente, la sal kosher y la sal marina son iguales a la sal de mesa (40% de sodio) y cuentan lo mismo para el consumo total de sodio. Controlar esta ingesta significa también revisar las etiquetas, ya que hasta el 75% del sodio que consumimos está oculto en alimentos procesados, como la salsa de tomate, las sopas, los condimentos, los alimentos enlatados y las mezclas preparadas.

 

“Si bien el COVID-19 ocasionó un exceso de mortalidad en el país, las enfermedades del corazón son la principal causa de muerte ya que, al no tratar la presión arterial alta, se aumenta el riesgo de ataque al corazón y derrame cerebral. Por ello es importante aprender sobre la HTA, dejando de lado mitos o tabús que nos perjudican nuestra calidad de vida.”, manifestó el Dr. Vladimir Ullauri, médico cardiólogo.