La medición de la glucosa en perros es clave para prevenir enfermedades metabólicas
Las enfermedades metabólicas
como la diabetes, la tiroides y la hipoglucemia, no afectan sólo a los humanos,
sino también a los perros. A criterio de Rodrigo Celín, médico veterinario
zootecnista, estas patologías están relacionadas con factores como la calidad
de vida de las mascotas, su edad y su genética. Para hacer frente a estos
problemas, es fundamental medir la glucosa en sangre para detectar y prevenir
estas enfermedades de manera efectiva.
El doctor Celín junto a
Prodimeda, empresa importadora y distribuidora de equipos e insumos médicos, en
el marco del Día Mundial del Perro, impulsan una campaña de educación para
conocer cómo cuidar la salud de los caninos.
Según Celín, las enfermedades
metabólicas en perros pueden originarse por diversos factores de riesgo, entre
ellos:
● Obesidad: Siendo uno de los principales contribuyentes a la diabetes,
ya que aumenta la resistencia a la insulina.
● Inactividad física: Debido a que deriva en el aumento de peso, afectando
la salud metabólica general del perro.
● Dieta inadecuada: Las dietas elaboradas en casa, en muchos casos por
desconocimiento, pueden contener muchas grasas saturadas, alimentos en
porciones inadecuadas o que no son ideales para las mascotas.
● Edad: Los perros mayores, especialmente a partir de los seis y
siete años, tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes, ya que su
metabolismo tiende a cambiar por el avance natural de la edad.
● Antecedentes familiares: Algunas razas son más propensas a
desarrollar enfermedades metabólicas por la predisposición genética.
¿Cómo prevenir?
El doctor Celín recomienda en
caso de perros jóvenes y sanos, realizar mediciones anuales de la glucosa junto
con el resto de parámetros, para identificar enfermedades como la diabetes, el
hipo e hipertiroidismo, la obesidad mórbida y la hipoglucemia. en animales más
jóvenes
En tanto que, para perros que
ya muestran niveles elevados de glucosa, o una enfermedad diagnosticada, las
mediciones deben ser al menos una vez al día. La frecuencia variará según la
gravedad, el tratamiento y las recomendaciones del veterinario.
Finalmente,
el médico aconseja a las familias estar alerta ante posibles síntomas
relacionados con alteraciones en los niveles de glucosa, como un aumento
excesivo en la ingesta de agua, producción abundante de orina, un incremento
inusual del apetito con una baja sospechosa de peso, vómitos, decaimiento,
anorexia y ansiedad.
Así también, recomienda a los tutores
que las mascotas sigan una dieta equilibrada, realicen actividad física
regularmente y se sometan a controles médicos básicos periódicamente.
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