La nueva generación de consumidores prefiere adquirir productos lácteos bajos en grasa y con altos estándares de calidad.


  La industria láctea en el país, es uno de los pilares fundamentales en el dinamismo socioeconómico, generando ganancias de 1.400 millones de dólares anuales, y más de 1 millón de fuentes de empleo. Según la proyección del Centro de Industrias Lácteas, CIL Ecuador, el 2024 se estima como un año de crecimiento positivo en todos los ámbitos que rodean a la industria.

 

Estudios de mercado realizados indican que, posterior a la pandemia, el 42% de los hogares ecuatorianos buscan productos más saludables, menos procesados y con fórmulas más naturales, con el fin de mejorar su salud y nutrición, mediante el cambio de sus hábitos alimenticios y de consumo. Además, el gasto de insumos alimenticios para el hogar subió un 4%, lo que concluye que el ecuatoriano prefiere cocinar y pasar más tiempo en casa y por esta razón busca alimentos de calidad[1].

 

La Holandesa ha respondido a estas tendencias con un firme compromiso hacia la salud y la innovación. La aplicación de buenas prácticas de manufactura y el uso de tecnología de punta han permitido que sus productos se conviertan en alimentos de alta calidad, cumpliendo con las expectativas de los consumidores que buscan opciones saludables para su dieta diaria.

 

En su camino, La Holandesa ha lanzado innovaciones significativas en el mercado. Fue la primera en Ecuador en sacar quesos sin lactosa, una innovación que ha sido muy bien recibida por los consumidores. Además, se enorgullece de haber recibido el premio de Corporación Favorita por el producto más innovador del año, precisamente por su queso crema sin lactosa.

 

También es líder en la categoría de quesos bajos en grasa en supermercados, lo que reafirma su compromiso con ofrecer productos que no solo son deliciosos, sino también saludables. Sus quesos son una fuente rica de proteína y calcio, y son completamente libres de conservantes, lo que garantiza un producto natural y beneficioso para la salud.

 

Bajo esta filosofía empresarial de excelencia, La Holandesa se forja día a día integrando sostenibilidad, salud e innovación en su ADN. Estos logros han sido posibles gracias a una trayectoria que abarca tres generaciones, comenzando con Benigno Escudero en 1954 y oficializando la marca en 1986. El nombre "La Holandesa" rinde homenaje a la herencia holandesa de la familia, a la aplicación de procesos europeos desde sus inicios y al país conocido por su especialización en productos lácteos, especialmente el queso.

 

La Holandesa se enorgullece de su sabor inigualable y tradicional, resultado del espíritu responsable e innovador de sus fundadores y del compromiso continuo de la familia por ofrecer productos de calidad que satisfagan las necesidades y bienestar de sus clientes.

 

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