La lactancia materna reduce un 13% el riesgo de mortalidad infantil

 


La lactancia materna se celebra en agosto y cada año se habla sobre una temática central que es Cerrar la brecha y apoyar para que esta práctica materna sea para todos. Este acto maternal es esencial para el desarrollo y la salud del recién nacido. La leche de la madre es el alimento ideal durante los primeros seis meses de vida, proporcionando todos los nutrientes necesarios para el crecimiento y el desarrollo del bebé. Además, contiene anticuerpos que ayudan a proteger al infante de enfermedades comunes.

Según la OMS, el amamantamiento es una de las maneras más efectivas de asegurar la salud y la supervivencia infantil, y si se practicara universalmente, podría salvar aproximadamente 820,000 vidas infantiles cada año​​. Además, ofrece múltiples beneficios tanto para el bebé como para la madre. Entre ellos se destacan los siguientes para el bebé:

  • Protección contra enfermedades: La leche materna contiene anticuerpos que protegen al bebé de enfermedades comunes como la diarrea y la neumonía, que son causas importantes de mortalidad infantil​​​​.
  • Reducción de riesgos de salud a largo plazo: Los niños amamantados tienen un menor riesgo de desarrollar obesidad, diabetes tipo 1 y síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS)​​.

Para las madres, por el contrario, la lactancia materna ayuda a reducir el riesgo de cáncer de mama y ovario, diabetes tipo 2 e hipertensión​​. Mantener una higiene adecuada es relevante durante este periodo, pues ayuda a prevenir infecciones y garantizar una alimentación segura para el bebé. Un aliado para la limpieza son las toallitas húmedas con DermoProtección de Pequeñín, una marca de Essity, que deja una capa protectora que ayudan a hidratar, suavizar y proteger la piel de elementos externos. 

Además, la lactancia, los primeros meses del bebé requieren de un cuidado integral de la piel y estas toallitas también son útiles para prevenir alergias o resequedad. Para la especialista Estefanía Moreita es necesario contar con una rutina de aseo diario, es decir, un baño en donde se involucre abundante agua, shampoo y un jabón que no causen irritación. En algunos casos se recomendará hacer esa limpieza solo con pañitos húmedos que sean dermatológicamente comprobados especialista.  

 

Con la higiene adecuada y el apoyo a las madres lactantes, se puede asegurar una experiencia positiva y saludable tanto para la madre como para el bebé, fortaleciendo el vínculo familiar y contribuyendo al bienestar general.

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