PROTONTERAPIA: LA RADIOTERAPIA EXTERNA MÁS PRECISA Y SEGURA CONTRA EL CÁNCER
El cáncer es una de las principales causas de muerte a nivel mundial en distintos grupos poblacionales. En el año 2020, se registraron alrededor de 10 millones de personas fallecidas por esta patología de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). En esta grave patología, la clave es la detección temprana para obtener resultados favorables para los pacientes.
Actualmente, la innovación tecnológica ha permitido que los tratamientos sean menos invasivos y generen resultados alentadores. Por ello, la protonterapia se ha convertido en uno de los tratamientos de vanguardia.
“La protonterapia es la modalidad de radioterapia externa más segura y precisa que existe. Permite tratar selectivamente la zona tumoral y minimizar la irradiación en el tejido sano”, afirma el Dr. Felipe Calvo, Director de la Unidad de Protonterapia de la Clínica Universidad de Navarra. Esta terapia es segura y ha demostrado ser menos invasiva que otro tipo de tratamientos, incluso es capaz de minimizar los riesgos radioinducidos y especialmente la inducción de los segundos tumores. Esta terapia ha permitido que algunos ecuatorianos se beneficien y tengan una mejor calidad de vida.
Con el fin de informar a la ciudadanía sobre este procedimiento, los especialistas de la Clínica Universidad de Navarra comparten más detalles sobre los beneficios de esta innovadora técnica para pacientes oncológicos.
Sobre los resultados
alentadores con ecuatorianos:
Cada vez más pacientes se suman a esta alternativa para tratar el cáncer. Un caso de éxito es el de Ahinara, niña ecuatoriana de 6 años, que fue diagnosticada en el 2020 de un tumor cerebral. La pequeña viajó a España para iniciar su tratamiento en la Clínica Universidad de Navarra. Fue la primera en tratarse en la Unidad de Protonterapia de la Clínica (Madrid), la más avanzada de Europa. Un año después, tras completar exitosamente su diagnóstico, la niña regresó a su ciudad natal Babahoyo. Su historia ha dado la vuelta al mundo, motivando a que otras personas conozcan la protonterapia; así se presenta el nuevo caso de la niña Karen Cuadros que también se animó a iniciar su tratamiento.
“El primer síntoma que tuvo Karen fueron vómitos. Se descubrió que tenía
un problema neurológico. Su médico nos confirmó que se trataba de un tumor y le
realizaron una cirugía de urgencia”, explica Aída Aparicio, madre de Karen.
Además, era necesario aplicar quimioterapia y radioterapia. “Una compañera
de trabajo nos indicó que había escuchado en la televisión el caso de la niña
Ahinara. Ella tenía el mismo tumor que Karen y se había tratado con una terapia
muy novedosa en la Clínica Universidad de Navarra”, añade la progenitora.
Aída contactó a los padres de Ahinara para conocer más sobre el tratamiento y
cómo ayudar a su hija. Estas referencias la motivaron a viajar a España para
iniciar el tratamiento de su pequeña, quien finalizó su procedimiento con
protones, y se encuentra recibiendo la quimioterapia para vencer al cáncer.
Historias como las de Ahinara y Karen abren una luz de esperanza para los miles de pacientes que luchan día tras día por superar esta enfermedad. Desde la apertura de la Unidad de Protonterapia, en abril de 2020, 42 niños y 118 adultos han recibido (o están en proceso) este tratamiento
Sobre los beneficios de la protonterapia:
Esta terapia ha demostrado que ofrece la máxima precisión con mínimos efectos secundarios en tejidos sanos.
·
Menor toxicidad: Especialmente indicada en tumores de localización compleja, cercanos a
órganos de riesgo muy sensibles a la radiación o susceptibles de ser tratados
por radiación externa en niños y en personas mayores con pluripatología
crónica.
·
Mayor precisión: Un haz de partículas aceleradas deposita su energía en el lugar exacto mediante un barrido
de impactos milimétricos (por puntos y por capas).
· Promoción de control de cáncer: Permite aumentar la dosis en el tumor y conseguir un mayor control local de la enfermedad. Se minimiza la irradiación dispersa innecesaria en los tejidos sanos de alrededor.
Sobre los casos indicados para este procedimiento
Hoy en día, la protonterapia está indicada para casos complejos (por su anatomía, por la resistencia a los tratamientos previos o por la necesidad de reducir los efectos adversos a largo plazo) y de difícil acceso (cercanos a órganos de riesgo sensibles a la radiación).
Algunos casos aptos para este tratamiento incluyen: base de cráneo, condrosarcoma, cordomas, craneofaringiomas, ependimomas, esófago, ginecológicos, hipófisis, mama, meduloblastomas, nasofaríngeos, oligometástasis, órbita, para-espinales, próstata, pulmón, rabdomiosarcoma, recto, reirradiaciones, sarcoma cerebral, sarcoma de partes blandas, entre otros.
Al día de hoy, la protonterapia no está disponible en todos los países, por lo que pacientes como Karen o Ahinara han acudido a la Unidad procedentes de 12 países como Ecuador, Colombia, México, Canadá o Emiratos Árabes, entre otros.
Sobre el tratamiento y su funcionamiento:
Mientras la radioterapia convencional se basa en
un haz de alta energía de rayos X (fotones); la protonterapia utiliza un haz
de partículas aceleradas (protones) de alta energía, que permite dirigir de
forma más precisa el depósito de la radiación en el tumor.
Esto sucede por las características físicas
propias de los protones (por su masa no sufren alteraciones en su trayectoria
hacia la lesión), que depositan la mayor parte de su energía dentro del tumor,
la zona seleccionada para el tratamiento y, gracias a su propiedad de frenado
súbito, a diferencia de los fotones, no irradian más allá de ese punto de
frenación.
Es un procedimiento
relativamente corto. Las sesiones duran alrededor de 25 minutos, tiempo destinado a la
colocación, posicionamiento y verificación guiado por imagen de la zona de
tratamiento en el paciente. El lapso de irradiación es inferior al minuto en la
mayoría de los casos.
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