Viruela del mono: qué es y cómo prevenirla

 


Durante las últimas semanas a nivel nacional e internacional se escucha cada vez más sobre la viruela símica o más conocida como la viruela del mono, un género de orthopoxvirus (infección viral poco frecuente) descubierto por primera vez en primates en un centro de investigación. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta patología no es nueva y se encuentra comúnmente en las selvas tropicales de África central y occidental, en zonas donde viven animales que pueden ser portadores del virus.

 

A pesar de que el riesgo de contagio es bajo, se han reportado varios brotes en algunos países del mundo. En el caso de Ecuador, el Ministerio de Salud Pública (MSP) informó un primer caso sospechoso de esta patología en la ciudad de Quito, proveniente de un paciente masculino que viajó al continente africano. 

 

De acuerdo con la Dra. Lyssette Cardona de Cleveland Clinic, “no hay razón para entrar en pánico, ya que las infecciones de viruela símica son raras. Recientemente hemos visto un aumento en ubicaciones y poblaciones limitadas, pero el riesgo para la comunidad sigue siendo bajo. No obstante, es muy importante conocer sobre esta infección”.  

 

La transmisión de persona a persona de la viruela símica requiere contacto cercano. Existen varias formas de inoculación de esta patología, tales como: el contacto directo con lesiones o sarpullidos; contacto sexual; gotas respiratorias grandes (que se pueden detener con mascarillas quirúrgicas) es decir, el contacto cercano cara a cara prolongado para la transmisión; contacto directo con fluidos corporales o material lesionado, objetos que se pueda contaminar con alguna bacteria o virus tal como: la ropa o las sábanas; y la transmisión de animales (mordeduras o rasguños).

 

·         ¿Cuáles son los síntomas?  

La erupción generalmente comienza entre el primer y el tercer día después de que inicia la fiebre. Estas lesiones se evidencian en la cara y tiene un progreso, el cual es: de máculas; pápulas; vesículas; pústulas; costras que permanecen durante 1 semana antes de caerse; convirtiéndose finalmente en una cicatriz picada. Cuando todas las costras se han caído, la persona ya no es contagiosa.

 

Entre los síntomas más frecuentes se encuentran: dolor de cabeza, fiebre y/o escalofríos, dolores musculares, dolores de espalda, inflamación de las glándulas (ganglios linfáticos), malestar y agotamiento, dolor de garganta y tos. Los síntomas suelen durar de dos a cuatro semanas, mientras que el período de incubación es de una a dos semanas. 

 

·         ¿Cuál es el tratamiento adecuado?  

En este momento no hay un tratamiento específico disponible para la viruela símica; sin embargo, la enfermedad se puede controlar a través de la vacuna contra la viruela, el cidofovir y la inmunoglobulina vaccinia con la orientación del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Al presentar síntomas se recomienda que la persona se mantenga aislada, evite pellizcar o rascarse las lesiones de la piel y se mantenga auto hidratado. 

 

·         ¿Cómo prevenir?

La Dra. Cardona recomienda evitar el contacto con erupciones o materiales infectados, incluido las relaciones sexuales, desarrollar buenos hábitos en la higiene de manos y utilizar equipos de protección personal en caso de estar en contacto con personas infectadas.

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