Miles de familias productoras fueron beneficiadas del programa financiado por la Unión Europea “Cadena de valor inclusivas y sostenibles”
El proyecto
“Cadenas de valor inclusivas y sostenibles”, implementado por el Comité Europeo para la Formación y la Agricultura (CEFA) en
asociación con el Ministerio de
Agricultura y Ganadería (MAG) y la Cooperación Alemana (GIZ), presentó los resultados de su
implementación, misma que benefició a más de 10 mil familias ecuatorianas productoras de cacao y café y,
1500 familias productoras de quinua en 5 provincias del Ecuador: Sucumbíos, Orellana, Napo, Manabí
y Chimborazo. El proyecto contó con un
financiamiento de EUR 6 millones por parte de la Unión Europea.
Durante el encuentro, Charles Michel Geurts,
Embajador de la Unión Europea en Ecuador expresó: “A través de la implementación de este programa, cumplimos
con el objetivo fundamental de fortalecer y difundir modelos de cadenas de
valor inclusivas, participativas y asociativas, en el marco de las políticas
públicas en Ecuador, adecuados en términos de inclusión de género,
sostenibilidad ambiental e institucional y generadores de ingresos económicos
para los hogares del país”.
La
iniciativa permitió establecer un proceso participativo de generación de
capacidad en todos los eslabones de las cadenas de valor, en colaboración con
instituciones públicas, privadas, de cooperación y la academia.
Durante los 5 años y
medio de trabajo, en las provincias mencionadas, se consiguió un aumento de la productividad promedio de 162% desde 2017, con el mayor aumento para
el café Robusta. Este incremento no concierne sólo a la cantidad sino también a
la calidad y por eso, se registró un incremento anual del precio promedio
pagado por la producción.
Además, se logró el aumento en los volúmenes de productos vendidos
por las asociaciones, que desde el 2018 incrementaron entre el 20 y 30 %,
dependiendo del producto. Este aumento se refleja también en los ingresos
comerciales de las asociaciones.
Estos resultados, entre otros, se han traducido en un incremento de
los ingresos familiares, derivados únicamente de las 3 cadenas de suministro,
de cerca del 30 %.
Así mismo, se
fortalecieron los procesos socio-organizativos y se acompañó a las asociaciones
de productores para favorecer el posicionamiento de los productos en mercados
diferenciados y la creación de empleo y de empresas sociales, innovadoras e
inclusivas.
El programa contó con
una especial atención en desarrollar tecnología innovadora tanto para la
gestión de las asociaciones de la Economía Popular y Solidaria, como para
mejorar la eficiencia energética de los centros de acopio.
Uno de los principales
enfoques en las acciones realizadas fue involucrar, con actividades de
formación específicas, a jóvenes y mujeres en las actividades productivas, en
la vida de las asociaciones y en la generación de emprendimientos vinculados a
las cadenas de producción y a las organizaciones de productores, con la
finalidad de cerrar las brechas existentes y brindar servicios para los
productores.
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