Dulce cuidado: una vida consciente en el Día Mundial de la Diabetes
El Día Mundial de la Diabetes se conmemora cada 14 de noviembre
como un homenaje a Frederick Banting, quien descubrió la insulina en 1922. Además,
la fecha se estableció en 1991 por la Federación Internacional de Diabetes
(FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una jornada de
concienciación sobre la prevención y factores de riesgo de esta condición
crónica.
En Ecuador, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición
(ENSANUT) la prevalencia de diabetes en la población de 10 a 59 años es de
1.7%, lo que representa que uno de cada diez ecuatorianos la padece. Los
hábitos de alimentación en la población juegan un rol importante en el aumento
de esta condición; los ecuatorianos consumen alrededor de 28 cucharaditas de
azúcar al día cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no
más de 10 cucharaditas en una dieta de 2,000 kilocalorías.
Entre otras cosas, la diabetes se relaciona con palabras como
“prohibición” y “sacrificio”, con una postura en la que muy seguido se escucha
el “no se puede”. Así, aunque tener diabetes exige cambios, como eliminar el
azúcar de la dieta, no debería suponer la pérdida de lo dulce de la vida.
“Se piensa que cuidar la salud significa renunciar a los pequeños
placeres. En vez de calificar a la diabetes como una limitante, podemos
considerarla como una oportunidad para adoptar hábitos que nos ayuden a
disfrutar cada instante de forma más consciente”, menciona Erika Rius Schmidt,
Brand Reputation & Healthcare Marketing Manager en Splenda®.
Para la también nutrióloga de profesión, la prevención de la
diabetes no tiene por qué ser un proceso 'amargo'. Al contrario, puede incluir
el descubrimiento de nuevas recetas, la alegría de hacer ejercicio en compañía
y de cuidar de uno mismo. Además, educar sobre la diabetes puede empoderar a
las personas, brindándoles herramientas para tomar decisiones que mejoren su
bienestar y promuevan una vida plena y activa.
En Splenda® han reinventado el concepto de lo “dulce” al
transformarlo en una celebración de esos momentos sutiles que nos llenan el
corazón. La dulzura no sólo está en el gusto y no depende del azúcar, sino
también en las experiencias, en las sonrisas, en la compañía, y en la
satisfacción de cuidarnos a nosotros mismos y a quienes queremos.
Muchas personas con diabetes entienden que un diagnóstico médico no
define ni quiénes son ni su destino, sino que les permite explorar alternativas.
Esta mentalidad se convierte en un punto de partida para mejorar su calidad de
vida, desde la alimentación hasta la actividad física y el bienestar emocional.
También se trata de ser más creativos en la cocina al experimentar
con nuevos sabores y encontrar formas de hacer que cada comida sea igual de especial.
El rol de Splenda® en este camino es ser ese aliado diario que permite
vivir sin sacrificios, acompañando en la preparación de platillos, postres y
bebidas sin preocuparse por las calorías y carbohidratos del azúcar.
“Somos más que una marca líder de edulcorantes, somos un aliado que
promueve la libertad de comer sin restricciones, lo que ha marcado un antes y
un después para millones que viven con diabetes. Esta forma de cuidar de
nosotros mismos puede inspirar a quienes nos rodean a hacer lo mismo, creando
un ambiente de apoyo y bienestar compartido”, agrega Rius Schmidt.
El Día Mundial de la Diabetes es un llamado a la acción en el cual
equilibrar las necesidades de salud con la alegría de disfrutar de lo dulce, tanto
para los que llevan años gestionando su día a día con responsabilidad, como
para quienes recién se enteran de su condición. La clave está en recordar que
el autocuidado es como añadir dulzura a la vida, con su propio sabor espléndido.
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