2022 será el año de la migración a entornos virtuales
A casi dos años del
inicio de la pandemia, el mundo continúa adecuándose a nuevas maneras de
trabajar, producir y relacionarse.
Las empresas que ya
habían empezado a considerar la adopción interna de procesos de transformación
digital, tuvieron que adaptarse aceleradamente frente a las circunstancias
mundiales.
2020 fue, sin duda, un
año de fuertes cambios; 2021, representó un periodo de adaptación; se espera
que 2022, sea el momento de que los entornos virtuales se consoliden y
contribuyan en la franca aceleración digital que se manifiesta en todos los
ámbitos de nuestra cotidianidad.
“En estos últimos años, la transformación
digital ha sido un gran objetivo de las empresas y de las personas, y
definitivamente temas como el trabajo híbrido, el edge computing, la
hiperautomatización y las soluciones de ciberseguridad seguirán tomando mayor
relevancia a medida que nos vayamos adecuando a esta nueva realidad,” comenta Francisco
Guzmán, Country Manager de Lumen Technologies en Ecuador.
1.
Home office: llegó para
quedarse
Definitivamente
el teletrabajo, home office o trabajo híbrido, llegó en tiempos de pandemia y
tiene fuertes posibilidades de quedarse. Las cifras demuestran que, por ahora,
al menos un 10% de las empresas estará trabajando de manera remota y se habla
de que más de un 50% estaría adoptando el trabajo híbrido en el futuro cercano.
En
ese sentido la tecnología es nuestro gran aliado para hacer que los
colaboradores de las empresas puedan tener experiencias óptimas gracias a plataformas
como Zoom, Teams y Webex, que han tenido un crecimiento exponencial en este
tiempo.
Así
lo comenta Guzmán: “El crecimiento que se esperaban en 5 años, los hemos
adoptado en meses. El trabajo remoto o híbrido estará en continua evolución, lo
que significa que se estarán planteando también nuevas herramientas para
facilitar la interacción”.
La dinámica laboral y la integración
de la tecnología permitirá la realización de reuniones que incluyan personas
reunidas físicamente, interactuando con otros entornos y/o personas conectadas
de manera virtual. El objetivo será lograr que la interacción sea cada vez más natural,
simple y transparente para los usuarios.
2.
Cloud y Edge Computing: negocios más ágiles
El
uso de distintos tipos de nube, privadas y públicas, aumentará frente a la
necesidad que tienen los negocios de mayor agilidad de procesamiento, almacenamiento,
seguridad y conectividad.
Las empresas deberán partir
de una evaluación para definir la implementación de entornos multi-nube que
proporcionen el mejor rendimiento y soporte para cada situación.
“Hay cargas que pueden funcionar perfectamente en un
entorno de nube pública y hay cargas que por la latencia, por los tiempos de
respuesta, necesitan que estar muy cerca del procesamiento. A esto lo llamamos
“Edge Computing” o computación de borde,” explica Guzmán.
La propuesta
de la arquitectura Edge Computing evita
los largos viajes de los datos hacia los centros de datos principales para que
se procesen allí y vuelvan hasta el dispositivo que los necesita. A cambio,
lleva la inteligencia más cerca del lugar en que se procesan. Así, cuando es
imprescindible que una aplicación interprete algo, acceda a una información o
entregue una respuesta en menos de milisegundos, Edge Computing será la solución.
3.
Ciberseguridad: neutralizar los riesgos
La
adopción de modelos de trabajo remoto y de migración a entornos cloud, exige un
importante componente de ciberseguridad. “Es imposible pensar que la
ciberseguridad abarca los controles dentro del perímetro de la empresa, tiene
que ampliarse al entorno del individuo, del cliente, del aliado, de quien se
esté interconectando a los servicios de las empresas; por lo tanto, es
necesaria la protección también a ese nivel,” destaca Francisco Guzmán.
Sin
lugar a dudas el tema de ciberseguridad va a tomar un rol importantísimo, porque
se ha evidenciado que los índices de ataques de ramsonware, phishing, entre
otros, han crecido de una manera exponencial a raíz de la pandemia. Es vital contar
con aliados especialistas en temas de seguridad para poder establecer la
situación actual de las empresas y la manera de protegerlas con herramientas
que permitan un monitoreo constante de las actividades, las vulnerabilidades y
los potenciales ataques que pueden sufrir.
En
cuanto a las brechas de seguridad es imposible estar un 100% protegidos, pero para eso
existen expertos como Lumen, plataformas, herramientas, nuevas tecnologías que
permiten estar monitoreando constantemente actividad de ataques cibernéticos a
la organización y poder tomar entonces los correctivos para mitigar esos
riesgos.
Nuevas
implementaciones como firewall, monitoreo de bases de datos y correo
electrónico, son fundamentales para que las organizaciones puedan estar mitigar
los riesgos, y vigilar de extremo a extremo que la seguridad esté a buen
recaudo.
4.
Hiperautomatización de procesos y gobernanza de datos
Se
ha experimentando una aceleración vertiginosa en los procesos de automatización
en prácticamente todo lo que nos rodea. Sectores industriales, de retail, de
banca o seguros, y otros más se enfocan en automatizar actividades rutinarias
para incrementar la productividad y los procesos que agregan valor. Existen
estimaciones que hablan de que solo un 5% de los trabajos de hoy no conllevarán
cierto nivel de automatización en el futuro.
Los
grandes volúmenes de datos deberán percibirse como un capital valioso. La
gobernanza de datos ayudará a gestionar correctamente esta información y a
integrar la analítica para ayudar a las empresas a diseñar nuevas propuestas de
productos y/o servicios, a entender mejor al cliente y a mejorar la experiencia
del usuario.
Sobre
esta base y gracias a la Inteligencia Artificial y al Machine Learning se
podrán desarrollar modelos predictivos para ajustar los modelos de negocio.
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