El factor principal en el desarrollo de infraestructura para las ciudades inteligentes en Latinoamérica: la confianza


 A menudo, el término “nueva normalidad” ha sido usado en los entornos pospandémicos, pero ¿qué significa cuando hablamos de infraestructura? Podríamos resumirlo en varios elementos: las acciones y los dispositivos interactivos, la interoperabilidad necesaria, una conectividad y una potencia resilientes, y una experiencia perfecta para el cliente en un entorno seguro.

 

A medida que aumente la digitalización, se recogerán, se analizarán y se almacenarán grandes cantidades de datos. De acuerdo con Forbes, el mundo produce más de 2.5 trillones de bytes de datos cada día. El desafío al que nos enfrentamos es crear las plataformas para soportar dichos volúmenes de datos. En el caso de las ciudades inteligentes, estas plataformas ayudarán a gestionar la recolección y el procesamiento de datos provenientes de múltiples fuentes para ofrecer información sobre temas de interés como las condiciones meteorológicas, los eventos, el estacionamiento y el transporte, tanto para los análisis como para la toma de decisiones.

 

Los desafíos de implementación para estas plataformas en Latinoamérica son considerables. Se trata de la segunda región más urbanizada del planeta, la cual podría alcanzar una urbanización de hasta el 90% para 2050. De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (IDB), el proceso de urbanización en Latinoamérica se ha acelerado y está ocurriendo de manera desordenada, lo cual plantea mayores desafíos en términos de movilidad, planificación urbana y servicios públicos.

 

A pesar del desorden, nuestras ciudades han comenzado a avanzar hacia iniciativas inteligentes, enfocadas en el transporte público, los edificios inteligentes, las redes de comunicaciones, el Wi-Fi y la movilidad. Algunas ciudades como Santiago, Ciudad de México, Bogotá, Buenos Aires, Curitiba, Medellín y Montevideo ya tienen proyectos de esta naturaleza.

 

Para que estas iniciativas sean exitosas, tanto los ciudadanos como los gobiernos necesitan confiar en la infraestructura detrás de estas. Existen dos factores clave para fomentar esta confianza: la confiabilidad y la latencia. La red 5G y la computación en el borde serán contribuyentes importantes para alcanzar la baja latencia necesaria para conectar varias redes exclusivas de dispositivos móviles, sensores, automóviles, electrodomésticos y centros de datos. Una mezcla de instalaciones físicas y la nube creará el ecosistema adecuado para una infraestructura inteligente.

 

La infraestructura de borde adecuada es uno de los primeros pasos para alcanzar el nivel de capacidad informática y baja latencia que las ciudades inteligentes exigen.

 

Con el fin de tomar las decisiones apropiadas en términos de infraestructura, Vertiv ha desarrollado un marco con modelos de infraestructura de borde específicos para ayudar a las organizaciones a tomar decisiones prácticas:

 

• Borde del dispositivo: la computación se encuentra en el dispositivo final. Se encuentra integrado en el dispositivo, por ejemplo, una cámara de video inteligente con capacidades de inteligencia artificial, o es un “borde complementario”, por ejemplo, una computadora conectada a un vehículo guiado de forma automatizada.

 

• Microborde: una solución pequeña e independiente que varía en tamaño (de uno o dos servidores hasta cuatro racks). Por lo general, se instala en el propio sitio de una compañía.

 

• Centros de datos en el borde distribuido: un centro de datos pequeño de menos de 20 racks que se ubica en sitios empresariales, instalaciones de telecomunicaciones o sitios regionales.

 

• Centro de datos en el borde regional: una instalación de centro de datos ubicada fuera de los concentradores de red de los centros de datos Core. Comparte muchas de las características de los centros de datos de hiperescala.

 

Las ciudades inteligentes tienen el potencial de aprovechar la tecnología para beneficiar la manera en que trabajamos, viajamos, nos conectamos y hacemos negocios, pero necesitamos elegir la infraestructura de borde adecuada y tomar decisiones importantes sobre la mejor manera de usar nuestra infraestructura inteligente y dónde invertir.

 

Las partes interesadas que trabajan en la creación de un entorno de ciudades inteligentes en Latinoamérica, como los gobiernos, las telecomunicaciones y las empresas, hacen bien en preguntarse: ¿cuál es el modelo de infraestructura de borde adecuado para mis necesidades y cómo puedo crear una infraestructura que soporte la latencia y confiabilidad requeridas?

 

La respuesta a esta pregunta marcará el camino hacia el futuro.

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