RAIL: LA SOLUCIÓN QUE FACILITA LA ADAPTACIÓN DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN LAS EMPRESAS

 


La inteligencia artificial es más que una herramienta para la generación de valor en las empresas, se ha convertido en el mejor “activo competitivo” de las organizaciones del siglo XXI, permitiendo la generación de negocios más eficientes, cercanos y sostenibles que, a la vez, se convierten en un vector de progreso en la sociedad. Lo que ha generado que cada vez más modelos de negocio se interesen en esta innovadora propuesta.

 

Actualmente, numerosas aplicaciones comerciales y de producción, como la automatización, el procesamiento del lenguaje y el análisis de datos productivos emplean inteligencia artificial; permitiendo que a nivel general las empresas optimicen sus procesos de fabricación y operación, así como su eficiencia interna.

 

Pero además de incrementar la productividad a nivel de maquinaria, la inteligencia artificial se ha convertido en una clave para la productividad de los trabajadores, pues gracias al mayor flujo de información reciben una visión más focalizada de su trabajo y pueden tomar mejores decisiones a nivel operativo.

 

En un panorama como este, es necesario que las organizaciones consideren aspectos clave para implementar de manera efectiva la inteligencia artificial. Por ello, compañías como Microsoft y Minsait han creado RAIL, un marco de trabajo para que las compañías, instituciones y entidades públicas aceleren su salto a la inteligencia artificial (IA) como parte de su estrategia ante un contexto competitivo dominado por el conocimiento.

 

Según Natalia Clavero, directora de IA en Minsait, “las empresas que más tempranamente planifiquen la adopción de la inteligencia artificial, más probabilidad tendrán de ponerse a la cabeza en el mercado. Este enfoque debe hacerse asegurando la cohesión entre la realidad del negocio y las posibilidades de la IA, de manera que su adopción responda a las prioridades estratégicas del negocio, las particularidades operativas de la empresa y las exigencias del contexto social y normativo. Partiendo de ahí, la inteligencia artificial nace de forma ordenada y es posible articular mecanismos que la hagan sostenible, asegurando la monitorización de su aportación a resultados del negocio”.

 

De esta forma, la propuesta de Minsait, en colaboración con Microsoft, permite medir el impacto de la IA, facilita su escalabilidad y la guía por criterios éticos. Es decir, RAIL posibilita que las empresas conozcan el retorno real en el negocio, agiliza una rápida adopción de la IA y ofrece garantías legales anticipándose a los requisitos planteados por la normativa europea –la primera regulación sobre la IA estará lista a finales de 2023–.

 

En un momento en que la IA se está revelando como una aceleradora de la competitividad empresarial, “las compañías deben apostar por explotar todas las posibilidades que ofrece, pero también ser conscientes y responsables de cómo la utilizan, estableciendo los mecanismos que les permitan escalarla internamente con otros sistemas y evaluar y medir su impacto real”, explica Clavero.

 

De esta manera, el valor de RAIL reside en su capacidad para acompañar a las organizaciones en su adopción de la inteligencia artificial, permitiéndoles obtener mejores resultados con una inversión bien direccionada y cumplir con los estándares éticos y normativos. La combinación de las herramientas y soluciones de Microsoft y la experiencia de Minsait, ya testadas en el mercado, facilitan una rápida adopción de nuevas soluciones de inteligencia artificial y dan visibilidad a su buen funcionamiento.

 

Con la misma celeridad con la que permite a las empresas ver cómo la IA puede impactar en sus proyectos, RAIL las ayuda a implantarla y escalarla en su negocio, acortando los plazos del retorno de la inversión.

 

Otra de las ventajas de este marco de trabajo radica en su capacidad para impulsar el desarrollo de la inteligencia artificial en todos los sectores de actividad –privada y pública–, multiplicando las oportunidades de crecimiento e, incluso, favoreciendo la aparición de nuevos modelos de negocio.

permitiéndoles obtener mejores resultados con una inversión bien direccionada y cumplir con los estándares éticos y normativos.

 

El acrónimo de RAIL responde a los cuatro principios que guían la aplicación de este modelo de trabajo:

 

R de responsabilidad: social, medioambiental y financiera, para asegurar su sostenibilidad.

A de ambiciosa: combinando tecnologías tradicionales e innovadoras en busca de un impacto medible en el negocio.

I de integración: con los procesos y sistemas de las empresas.

L de liderazgo: ejercido desde un punto de vista tecnológico, metodológico y de organización.

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