¡Endeudarse no es malo!
¿En
qué casos no debes tener miedo a endeudarte? Aquí te explicamos. Hay un
endeudamiento que puede ser considerado como bueno o malo; dependiendo de cómo
se utilice y de las circunstancias en las que se adquiera la deuda.
El
endeudamiento bueno se refiere a tomar préstamos con un propósito y una
estrategia claros que pueden generar un valor a largo plazo y mejorar tu
situación financiera. El Arq. Joan Proaño, CEO de la Promotora Inmobiliaria
Proaño señala que, “se considera como deudas buenas a todas las que te
permitan satisfacer necesidades básicas como: vivienda, salud y educación; entre
ellas, la inversión en propiedades, educación, emprendimiento, mejoras
personales como atenciones médicas, etc”.
Por
otro lado, el endeudamiento malo se refiere “a tomar préstamos de manera
irresponsable o para gastos que no agregan valor ni generan retorno financiero”,
afirma Proaño. Todos los gastos frívolos, como lujos o gastos no esenciales que
debas diferir en lugar de vivir dentro de tus posibilidades. O los préstamos de
alto interés sin un plan realista para pagarlos, como los diferidos de tu
tarjeta de crédito.
Es importante recalcar que, la deuda buena se asocia generalmente con
inversiones que pueden mejorar la situación financiera a largo plazo, mientras
que la deuda mala se refiere a préstamos utilizados para gastos no productivos
o que pueden llevar a problemas financieros si no se gestionan adecuadamente.
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