Tetra Pak entrega la primera moto eléctrica a recicladores de base en el sur de Quito

 En un esfuerzo por mejorar las condiciones de trabajo de los recicladores y potenciar la eficiencia de la recolección de residuos, Tetra Pak, en colaboración con el Municipio de Quito y EMGIRS EP, entregó la primera moto eléctrica a los recicladores del sur de Quito. Esta iniciativa forma parte de una estrategia integral para incrementar la recuperación de envases de Tetra Pak®, reducir las emisiones y mejorar la calidad de vida de los beneficiarios.

La moto entregada permitirá a los recicladores cubrir más territorio de manera eficiente y con un menor impacto ambiental. Este es solo el comienzo de una serie de entregas programadas en todo el país.

La compañía sueca se ha comprometido a entregar una moto eléctrica por cada 10 toneladas de material de envase adicional que se recupere. El propósito es fomentar el aumento de la recolección, facilitando la creación de microrrutas que mejoren la eficiencia y la cobertura.

La iniciativa cuenta con el apoyo de EMGIRS EP, que en el marco de la gestión integral de residuos sólidos promueve el reciclaje inclusivo y las alianzas que beneficien a los recicladores de base. Ambas organizaciones trabajan juntas para visibilizar el rol crucial de los recicladores en la gestión de residuos, mejorar su acceso a materiales reciclables y optimizar la logística de recolección.

“Los recicladores de base, que desempeñan un papel fundamental en la recuperación, transporte y almacenamiento de residuos reciclables, enfrentan múltiples desafíos en su labor diaria. La falta de vehículos para transportar el material recuperado es uno de los principales obstáculos, ya que en su mayoría dependen de la fuerza humana para mover los residuos o, en el mejor de los casos, utilizan coches de tracción manual. Por ello, en Tetra Pak estamos comprometidos a mejorar su calidad de vida mediante varias acciones junto a ellos”, asegura Hedda Naranjo, Gerente de Sostenibilidad de Tetra Pak Ecuador.

Esta colaboración no solo mejora la calidad de vida de los recicladores de base, sino que también contribuye a un Quito más limpio y sostenible.