Prácticas sostenibles que están revolucionando la industria alimentaria, incluyendo a Ecuador
Con el
objetivo de sensibilizar a la población en temas ambientales e identificar la
atención y la acción al desarrollo sostenible, este mes se conmemora el Día
Mundial del Medio Ambiente, establecido por la Organización de las Naciones
Unidas (ONU).
De acuerdo con un estudio de Journal
of Environment Economics and Management, los rendimientos de los
cultivos podrían caer hasta un 12% para 2050 por la crisis ambiental, afectando
la alimentación de lo que para ese momento serán entre 9.000 y 10.000 millones
de personas en todo el mundo, según estimaciones de la ONU.
En
el contexto específico de Ecuador, el informe emitido por el Ministerio de
Agricultura y Ganadería resalta los posibles efectos del fenómeno climático El
Niño en la producción agrícola del país. Se proyecta que al menos seis cultivos
importantes, como el arroz, el maíz, el café, el cacao, los frutales y el
banano, podrían sufrir graves consecuencias. Estos cultivos son pilares
fundamentales de la economía agrícola del país.
Por eso, organizaciones de la
industria de alimentos se han propuesto actuar dentro de sus capacidades para
aportar y promover prácticas que impacten de
forma positiva al planeta.
En primer lugar,
Kellogg, líder mundial en la industria de alimentos y cereales, ha realizado
importantes avances en la reducción de su huella de carbono. A través de iniciativas
de eficiencia energética y la implementación de fuentes de energía renovable,
la empresa ha logrado reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en
un 25% en los últimos cinco años; fijando el objetivo de utilizar energía 100%
renovable en todas sus instalaciones para el año 2030.
‘’Actualmente
enfrentamos muchos desafíos, especialmente respecto a las consecuencias e
impactos del cambio climático. Al ser una empresa cuyo negocio depende en gran
parte de las comunidades y la agricultura, es nuestro deber responder el
llamado hacia la sustentabilidad, diseñando iniciativas y
formando alianzas que nos apoyen en este recorrido en toda nuestra cadena de
suministro’’, afirmó Roberto Vázquez, director
de Asuntos Corporativos Kellogg Latinoamérica.
La empresa ha
priorizado el embalaje sostenible, a partir del desarrollo de envases innovadores que sean
más ligeros y estén fabricados con materiales reciclables o biodegradables.
Esta iniciativa lleva un avance del 87%
en Latinoamérica, siendo una de las regiones mundiales donde esta empresa está más
cercana a alcanzar su ambiciosa meta del 100% para el 2025.
Por último, Kellogg ha intensificado sus esfuerzos para reducir el desperdicio de
alimentos; problemática que no es solo una
preocupación social o humanitaria, sino ambiental. Cuando se desperdician
alimentos, también se desperdicia la energía y agua usados para cultivar,
cosechar, transportar y empacar.
A pesar de que el
proceso es largo, la adopción de prácticas sostenibles en la industria de
alimentos es esencial para garantizar un futuro saludable para el planeta y las
generaciones venideras. Esto también atrae a
consumidores cada vez más conscientes, que valoran la responsabilidad ambiental
y social de las empresas encaminadas a las 3 R (Reciclar, Reusar y Reducir).
‘’Nuestro compromiso con la sostenibilidad en América
Latina es reflejo de nuestra visión global de crear un mundo más amigable en el
presente y para el futuro. Continuamos trabajando para impulsar un cambio
positivo y seguir promoviendo prácticas empresariales responsables y de alto
impacto en toda la región’’, concluyó Vázquez.
La
adopción de prácticas sostenibles en todos los niveles es esencial para mitigar
los efectos del cambio climático, preservar los recursos naturales y garantizar
un futuro saludable para las generaciones venideras. La colaboración entre
gobiernos, empresas y la sociedad en general es fundamental para lograr un
impacto positivo en el medio ambiente y construir un mundo más sostenible
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